Ambas entidades han renovado hoy el convenio de colaboración puesto en marcha en 2018, periodo en el que se ha atendido a 580 internos, de los cuales 485 han necesitado corrección óptica





José Anuncio Mouriño, director de la organización caritativa: “Somos la única Diócesis y Teixeiro es la única prisión de Galicia que tienen este servicio, y parece ser que de las pocas de España, por eso esperamos que sirva de ejemplo para que otros hagan lo mismo”





Eduardo Eiroa, presidente del colegio profesional: “El resultado es tremendamente positivo gracias a la aportación económica de Cáritas y la asistencia profesional de la óptico-optometrista voluntaria Pilar Moinelo, que está realizando un magnífico trabajo muy valorado por el personal sanitario del centro y los propios internos”





El director de Cáritas Diocesana de Santiago de Compostela, José Anuncio Mouriño, y el presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, Eduardo Eiroa, han firmado hoy, en la sede de la organización solidaria en Santiago de Compostela, la renovación de un convenio de colaboración para prestar asistencia óptica y optométrica a los internos que se encuentren en el Centro Penitenciario de Teixeiro.





En su labor de apoyo a diversos grupos sociales en situación de precariedad o exclusión social, Cáritas Diocesana de Santiago colabora habitualmente con personas, empresas, instituciones, colegios profesionales y congregaciones religiosas para hacer posible la realidad de un mundo más justo para todas las personas. Por su parte, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia quiere actuar en el área de apoyo social a los más desfavorecidos conforme a los criterios de buenas prácticas que rigen en su código deontológico.





El convenio fija los términos de colaboración entre el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia y Cáritas Diocesana de Santiago. El acuerdo regulará la prestación de asistencia por ambas partes a los internos de Teixeiro que carezcan de recursos económicos, en vista a poder mejorar su salud visual, ofreciéndoles asistencia óptico-optométrica.





José Anuncio Mouriño relató cómo surgió esta colaboración, después de que la responsable de voluntariado de Cáritas Diocesana de Santiago en el centro penitenciario de Teixeiro enseñó a la directiva de la organización unas gafas con los cristales pegados con esparadrapo, comprobando así que en el penal había mucha gente que no podía ver bien por falta de gafas. Como solución, Mouriño explicó que se habló con el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia para poner en marcha este convenio, después de pedir permiso a las instituciones penitenciarias. “Se creó allí una oficina de óptica para dar respuesta a la gran necesidad de salud visual que tenían los reclusos” –indicó–.





Tal es el éxito que Mouriño aseguró que la colaboración va a ser indefinida. “Somos la única Diócesis y Teixeiro es la única prisión de Galicia que tienen este servicio, y parece ser que de las pocas de España, por eso esperamos que sirva de ejemplo para que otros hagan lo mismo, un servicio que honradamente creo que debería prestar la Administración” –confesó–.





Por su parte, Eduardo Eiroa manifestó que este convenio ha tenido un resultado tremendamente positivo gracias a la aportación económica de Cáritas Diocesana de Santiago quien subvenciona las prestaciones que se ofrecen en el centro penitenciario. El presidente apuntó que el Colegio colabora en cuanto a la asistencia profesional de la óptico-optometrista voluntaria Pilar Moinelo, que está realizando un “magnífico trabajo” allí muy valorado por el personal sanitario del centro y los propios internos. “Los reclusos están encantados con Pilar Moinelo que encajó perfectamente como una voluntaria más de Cáritas” –corroboró Mouriño–.





El presidente de los ópticos-optometristas destacó que los principales problemas visuales que atiende la voluntaria son astigmatismo, miopía, hipermetropía y presbicia, este último el de mayor prevalencia por tener los presos una media de edad de 45 años por lo que necesitan corrección para poder ver de cerca con nitidez y realizar las labores de manualidades del centro o simplemente la lectura.





La óptico-optometrista voluntaria, Pilar Moinelo, explica que el principal problema detectado es la presbicia ya que la media de edad supera los 45 años





La óptico-optometrista Pilar Moinelo es la voluntaria responsable de realizar las revisiones visuales a los internos. Suele acudir al penal dos veces al mes, aproximadamente, para realizar los exámenes visuales a los internos con menos recursos económicos. “La acogida de los reclusos es muy buena, y por supuesto, la atención de la dirección del centro penitenciario y especialmente de su directora de Programas Médicos, Carmen Suárez, es fundamental, colaborando en todo lo necesario para que los internos tengan la mejor asistencia óptica optométrica posible” –destaca Moinelo–. Los internos reciben las ayudas ópticas necesarias, por lo que una totalidad de los reclusos se muestran satisfechos con la atención en salud visual que se les presta.





Hasta la fecha, Pilar Moinelo ha atendido a 580 internos, de los cuales 485 han necesitado ayudas ópticas para corregir sus anomalías visuales y 95 han sido derivados al oftalmólogo o no han requerido corrección óptica. La optometrista asegura que la mayoría de los internos presentan defectos de refracción, que en muchos casos no fueron corregidos con anterioridad por falta de recursos económicos.





Explica que el principal problema detectado entre la población reclusa es la presbicia ya que la media de edad supera los 45 años, y sus principales ocupaciones en el centro penitenciario son la participación en talleres y la lectura, donde las gafas de cerca son imprescindibles.





También se ha encontrado con miopes, de más de 6 dioptrías, y en menor medida con casos de astigmatismo leve que pueden provocar síntomas astenópicos como dolores de cabeza o irritación ocular. En otros casos, Moinelo explica que también se detectan ambliopías y patologías, como cataratas, o glaucoma que se derivan al servicio de oftalmología externo. “Un 40% de los internos que reciben ayuda optométrica no necesitaban usar gafas antes de ingresar en el centro penitenciario. En espacios reducidos, como el patio o la celda con una pobre iluminación, los pequeños defectos de refracción se ven incrementados, sobre todo en las miopías que pueden aparecer o empeorar porque los internos no trabajan su visión lejana” –argumenta–.





El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recibió en 2019 la Medalla de Bronce al Mérito Social Penitenciario de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias –órgano adscrito al Ministerio del Interior–, por su prestación de asistencia óptica y optométrica a los internos del Centro Penitenciario de Teixeiro.



Los padres o tutores pueden detectar alguna alteración al ver al niño torcer la cabeza al leer o acercarse demasiado, descentrarse con facilidad, ver mal la pizarra de lejos, desviar los ojos, guiñar uno, confundir palabras o tener escozor





Eduardo Eiroa, presidente:El 30 % del fracaso escolar en la infancia está relacionado con problemas de visión no detectados”





Como es habitual todos los años, los niños deben acostumbrarse a la rutina diaria con la vuelta al cole una vez finalizadas las vacaciones de verano. Además de preparar el material escolar y la ropa (uniforme, deportiva…), el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia explica que es necesario que los niños y jóvenes realicen revisiones visuales con el objetivo de comprobar el correcto funcionamiento de la visión para que puedan hacer sin impedimento las tareas cotidianas, como los deberes y estudiar.





Detectar los problemas visuales en la infancia es importante porque la visión es uno de los sentidos más importantes, representando el 80-90 % de la información percibida del exterior. Los expertos destacan que, aunque el sistema visual sufre cambios hasta que alcanza su madurez, las revisiones visuales son importantes para detectar alteraciones en la visión o patologías que pueden manifestarse en la infancia. Así, por ejemplo, Eiroa indica que entre las alteraciones visuales que se pueden manifestar en la infancia están la ambliopía, la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, el estrabismo o variaciones en la refracción, además de problemas binoculares que pueden dificultar, por ejemplo, la lectura.





“Las revisiones de la visión en edad escolar son muy importantes debido a que el fracaso escolar está relacionado con la manifestación de problemas visuales. Así mismo, se estima que el 30 % del fracaso escolar en la infancia está relacionado con problemas de visión no detectados” –explica el presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, Eduardo Eiroa–.





Independientemente de que es importante realizar una revisión visual al inicio del curso escolar, los ópticos-optometristas gallegos apuntan que existen determinados signos que deben de hacer sospechar de algún problema visual. Concretamente, los principales signos que tanto padres como tutores deben prestar atención al comportamiento del niño son torcer la cabeza al leer, descentrarse con facilidad, ver mal la pizarra de lejos, desviar los ojos, guiñar un ojo, acercarse demasiado a los textos o al ordenador o a la tablet para leer, confundir palabras, tener escozor en los ojos, saltarse palabras o líneas leyendo o no tener una buena comprensión lectora, entre otros.





Además, se está incrementando la incidencia de la miopía juvenil por el exceso de horas que dedican los niños a las pantallas digitales. Así, los optometristas gallegos aseguran que se debe concienciar sobre la necesidad de realizar un uso moderado y no excesivo de la tecnología digital en la edad escolar porque la miopía juvenil, aunque se manifiesta entre los 6-8 años, puede seguir incrementándose más allá de los 18 años. Con el objetivo de prevenir la miopía juvenil, el Colegio aconseja la realización de revisiones visuales y recomiendan que los niños realicen actividades al aire libre.



El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recomienda usar gafas homologadas y tener hábitos de exposición saludables





Los niños menores de 10 años dejan pasar el 75% de rayos UV y el filtro del cristalino del ojo no se desarrolla hasta llegar a los 12 años





Los padres son muy conscientes de lo importante que es proteger a sus hijos del sol y de sus efectos en la piel, sobre todo en verano. Pero desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recuerdan que los ojos son los grandes olvidados. Al igual que la piel, estos también tienen memoria, lo que afecta al desarrollo de niños y adolescentes y pueden sufrir patologías derivadas de la exposición solar acumulada, especialmente en los primeros dieciocho años de vida.





Los ópticos-optometristas gallegos explican que los tejidos y la estructura ocular en estas edades no están completamente desarrollados, lo que implica que son “más sensibles a la radiación y que tienen menos mecanismos de defensa”. Por ejemplo, señalan que su pupila está más dilatada y su pigmentación todavía no se ha oscurecido, lo que supone menor protección y permite la entrada de más radiación solar. “El cristalino de un niño menor de 10 años deja pasar el 75% de rayos UV y el filtro del mismo no termina de formarse hasta los 12 años, por lo cual llega más radiación ultravioleta a su retina. Esto puede producir daños oculares como fotoqueratitis y fotoconjuntivitis, así como dolor, fotofobia, jaquecas y enrojecimiento” –indica el presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, Eduardo Eiroa–.





Los niños y los adolescentes son más vulnerables que los adultos a la radiación, en parte porque su exposición a la misma es tres veces superior, ya que normalmente pasan más tiempo al aire libre. Además, es en esta etapa del desarrollo donde sus ojos  absorben entre el 50 y el 80% de la exposición solar de toda su vida.





Para evitar los riesgos y daños derivados de la radiación, los experto recomiendan usar gafas homologadas y tener hábitos de exposición saludables para reducir las posibilidades de padecer lesiones de córnea y conjuntivales, cataratas, alteraciones o degeneraciones de retina que afecten a la visión de forma permanente.



Considera que el actual acuerdo de la Xunta con empresas de óptica ha supuesto un “notable empeoramiento” del acceso de la ciudadanía a los exámenes visuales





Señala que prestan este servicio sanitario “solo” el 28% de los establecimientos adheridos al convenio colegial y que han crecido las demoras en los servicios de oftalmología de los hospitales gallegos





El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia quiere llamar la atención sobre el “notable empeoramiento” del acceso de la población a las revisiones visuales que se ha producido en los dos últimos años. Es una coyuntura derivada de la sustitución del convenio Colegio-Sanidade por un acuerdo de Sanidade con empresas de óptica.





El convenio Ollo cos Ollos que la Consellería de Sanidade había firmado con el Colegio en octubre de 2007 contribuyó “de forma determinante a ampliar y mejorar el acceso de la población a las revisiones visuales y, en lógica consecuencia, a disminuir sensiblemente los períodos de espera en los servicios de Oftalmología de los hospitales gallegos”, tal como subraya la entidad profesional.





“La posibilidad de que en la práctica totalidad del territorio gallego hubiese un establecimiento de óptica en el entorno de pocos km de cualquier parroquia o aldea, procuraba una asistencia cercana a la ciudadanía en materia de salud visual, con todas las garantías sanitarias y la opción de remitir enseguida el paciente al especialista de la Seguridad Social cuando así estaba indicado. Por otra parte, la realización de unas 50.000 interconsultas anuales acreditan las bondades del acuerdo colegial, que volvemos a reivindicar pero en mejores condiciones”, según demanda la organización.





Tras la desaparición del convenio SERGAS-Colegio y la puesta en marcha de otro acuerdo por parte de la Administración con empresas de óptica, se observan un “significativo descenso” de los establecimientos adheridos a este nuevo acuerdo y un “importante aumento” de los tiempos de espera en los servicios públicos de oftalmología en los casi dos últimos años, según advierte el Colegio a partir de los datos oficiales de la Consellería de Sanidade.





Al convenio con el Colegio estaban adheridos 621 establecimientos sanitarios de óptica, mientras que con el acuerdo actual descienden hasta 177; es decir, solo el 28,50%. Por otra parte, en 2014 (un año significativo y no viciado estadísticamente por otras coyunturas), el tiempo de espera medio en Galicia en los servicios públicos de oftalmología era de 40,3 días; cuando a finales de 2021 ascendía a 62,6 días. “Las cifras son elocuentes de que el actual acuerdo no es bueno para los ciudadanos gallegos, cuyo rendimiento está muy por debajo del anterior”, añade el Colegio.





“Es cierto que el Colegio decidió, en asamblea, cancelar el convenio con Sanidade en 2020. Pero las razones esgrimidas fueron que, después de trece años de aplicación del convenio, el Sergas nunca reconoció nuestra labor, ya que no se retribuía nada por las interconsultas, ni se avanzó en la incorporación gradual de la figura del óptico-optometrista a la cartera de servicios del Sergas. El conselleiro de Sanidade, García Comesaña, declaró en el Parlamento que la compensación venía dada por la venta de gafas a los pacientes de las interconsultas. Pues bien, no existe tal compensación por dos motivos: con interconsultas o sin ellas tenemos los mismos clientes; y además el histórico de nuestras interconsultas muestra que la mitad de los pacientes no necesitó gafas tras la correspondiente revisión visual”, añade la entidad profesional.





El anterior convenio registró 700.000 interconsultas en trece años





El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia ha registrado cerca de 700.000 hojas de interconsulta desde el inicio del convenio OLLO COS OLLOS, firmado con la Consellería de Sanidade y el Servizo Galego de Saúde de la Xunta de Galicia en octubre de 2007. El protocolo permite que el médico o pedriata de Atención Primaria derive las revisiones visuales a un óptico-optometrista mediante una hoja de interconsulta. En 2019, último año prepandémico, se registraron 46.202 interconsultas nuevas en toda Galicia: A Coruña, 21.869; Lugo, 5.317; Ourense, 1.724; y Pontevedra, 17.292.







Destacan que es importante utilizar lentes homologadas, evitar el viento en los ojos y prestar atención a la población de riesgo





Aire acondicionado, agua de mar, días nublados o viajes en moto son algunos de los peligros de la temporada estival para la vista





El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recuerda, en el Día de las Gafas de Sol [27 de junio], la importancia del cuidado de los ojos en el período estival. El sistema visual está continuamente expuesto a radiación solar, que puede ser de dos tipos: ultravioleta (UV), que produce daños tras un período de exposición, e infrarroja (IR), que puede ocasionar lesiones térmicas instantáneas. Además, señala que esto cambia dependiendo de la geografía, la latitud, la altitud e incluso las superficies: la nieve refleja un 80% los rayos de sol, mientras que el agua lo hace un 20%.





Para protegerse adecuadamente de la radiación solar, desde el Colegio aportan una serie de consejos clave para el verano. Por un lado, recomiendan contar con gafas de sol homologadas, es decir, que hayan pasado un control sanitario por parte de un óptico-optometrista, y un filtro adaptado a las características del usuario. Además, aconseja utilizar gafas polarizadas, dado que bloquean la luz más molesta, aportan una visión sin reflejos y protegen frente a los rayos ultravioleta. También destaca que bajo el agua es importante protejerse, en este caso con gafas de buceo totalmente cerradas, que evitan la entrada de bacterias que pueden producir infecciones y conjuntivitis. Para quienes usen lentes de contacto, el Colegio aconseja mejor el uso de lentes desechables diarias, ya que las partículas de polvo, arena o incluso las bacterias pueden quedarse en la lentilla y mantenerse en contacto con el globo ocular.





Por otro lado, el Colegio apunta que se debe tener cuidado con el viento, sea por desplazamiento en moto, bicicleta o coche descapotable, que puede ocasionar la entrada de partículas o cuerpos extraños que generen molestias o irritación. También hace un apunte por el aire acondicionado, dado que produce sequedad en los ojos, para lo que se recomienda el uso de gotas humectantes o lágrimas artificiales que mantengan el ojo hidratado de forma más eficaz.





Es importante que la protección de la vista perdure en días nublados, ya que aunque no se vea el sol, la luz se refleja de forma más difusa. También hay que extremar la protección si se viaja a la montaña, ya que la radiación aumenta entre un 10 y un 12% por cada 1.000 metros de subida, pudiendo producir quemaduras y lesiones en la vista. Por último, el Colegio destaca que se debe poner especial atención en la protección de grupos vulnerables como niños y adolescentes, tercera edad, mujeres embarazadas y personas que recientemente se han sometido a operaciones de cataratas o cirujía retractiva, que pueden ser más sensibles a la luz ultravioleta.











Andrés Gené, ponente y profesor de la Universidad de Valencia: “La optometría pediátrica es clave en la atención visual primaria de los niños a través de la prevención, detección, tratamiento y corrección de los defectos de la refracción y disfunciones de la acomodación”





Se celebrará el sábado y el domingo en la sede colegial de Santiago, con una parte presencial y otra online





El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia organiza mañana sábado, día 4, y el domingo 5 de junio el curso “Visión pediátrica: qué debemos analizar y cómo” en su sede de Santiago (Plaza de Salvador García Bodaño nº2, 1º). La formación estará  impartido por el óptico-optometrista Andrés Gené Sampedro, profesor titular del departamento de Óptica y Optometría y Ciencias de la Visión de la Universidad de Valencia, a la que asistirán 35 profesionales.





Partiendo de que el óptico-optometrista realiza un importante papel dentro de la atención visual primaria permitiendo la resolución de la mayor parte de los problemas visuales en un plazo adecuado, el ponente considera que la visión desempeña un papel fundamental en el desarrollo físico y en el aprendizaje sensorial e intelectual del niño. Así, Gené asegura que este curso busca fortalecer los conocimientos que permitan optimizar el análisis visual integral del niño.





Gené explica que “la optometría pediátrica es una disciplina clave en la atención visual primaria de los niños, ya que está encargada del cuidado de la salud visual a través de la prevención, detección, tratamiento y corrección de los defectos de la refracción y disfunciones de la acomodación y de las vergencias”. Por lo tanto, el especialista asegura que su papel es clave para resolver los problemas visuales de los niños en un período de tiempo adecuado, lo que contribuye a su correcto desarrollo físico e intelectual.





Adicionalmente y tal como se extrae de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, Gené señala que, como profesión sanitaria, la óptica y optometría debe participar activamente en proyectos que puedan beneficiar la salud y el bienestar de las personas en situaciones de salud y enfermedad, entre otras, en el campo de la prevención de enfermedades y de la educación sanitaria.





El objetivo principal del curso es dotar de la formación necesaria para adaptar o modificar los conocimientos y las habilidades adquiridas en optometría a situaciones específicas y características singulares, como son el grupo pediátrico. Se mostrarán los métodos y las pruebas a desarrollar para la valoración de la visión infantil. Dado que la visión se desarrolla a una edad mucho más temprana de lo que previamente se creía, esto pone de manifiesto la necesidad de examinar e investigar a este grupo de pacientes tan pronto como sea posible, adoptando las medidas oportunas a tiempo, y salvaguardando el desarrollo normal de la visión del niño, tanto a nivel funcional como orgánico, para que le permita adquirir su máximo potencial visual.





La formación incluye un apartado presencial, que se impartirá el sábado de 16:00 a 20:30 horas y el domingo de 9:30 a 14 horas, y una parte no presencial o online que se celebrará del 6 al 17 junio. En la parte presencial, el docente expondrá distintos contenidos teóricos con una prueba tipo test para evaluar los conocimientos obtenidos. En la parte no presencial, los alumnos podrán acceder a tutorías online y recibir respuestas a cualquier duda que puedan tener respecto a la materia. Tras la realización del curso se recibirá una acreditación conforme se ha superado la formación. 







Esta reacción alérgica se produce cuando el ojo entra en contacto con el polen, provocando picor y enrojecimiento, hinchazón en los párpados, lagrimeo, sensibilidad a la luz y sensanción de cuerpo extraño





Recomienda no frotarse los ojos, no salir a las horas del día donde más polen hay, no conducir con las ventanillas abiertas, tener una correcta higiene del hogar y personal, y usar humidificadores y aparatos de aire acondicionado





La llegada de la primavera suele venir acompañada de pasar más tiempo al aire libre, pero también trae consigo múltiples alergias y afecciones, entre las que destaca la conjuntivitis. Esta reacción afecta al 25% de la población, según señala el Colegio de Ópticos-Optometrists de Galicia, y se ve agravada por el aumento del polen en esta época del año.





El Colegio explica que la conjuntivitis es una afección que se produce por la inflamación de la conjuntiva, la membrana que recubre la parte blanca del ojo y la cara interna de los párpados, y es conocida como “conjuntivitis alérgica”. La reacción se produce cuando el ojo entra en contacto con el polen, lo que genera “una respuesta del organismo en la que se liberan ciertas sustancias químicas”, apunta. A mayores, señala que la conjuntivitis puede producirse por ácaros de polvo o caspa de animales. Entre sus síntomas se encuentran picor y enrojecimiento, hinchazón en los párpados, lagrimeo, sensibilidad a la luz y sensanción de cuerpo extraño.





Los profesionales y expertos sanitarios ópticos-optometristas hacen una serie de recomendaciones para el tratamiento de la conjuntivitis. Señalan ciertas acciones que se deben evitar, como frotarse los ojos, salir a las horas del día donde más polen hay en el ambiente (el polen sube por la mañana y alcanza el pico máximo al mediodía o en las primeras horas de la tarde), o conducir con las ventanillas abiertas, ya que esto permite la entrada de aire. También destacan que es importante mantener una correcta higiene, tanto en el hogar como personal, dado que el polen se adhiere al pelo y a la ropa. Apuntan que también se puede contar en el hogar con humidificadores y aparatos de aire acondicionado con filtros de polen que pueden ayudar a su tratamiento.





Además, desde el Colegio explica que aquellas personas que utilicen lentes de contacto o lentillas deben tener especial precaución. Por un lado, las lentillas, en vez de proteger el ojo, atrapan los alérgenos y generan una exposición prologanda a los mismos. En este caso, recomendian cambiar las lentillas habitualmente. Aun así, es recomendable limitar su uso para no contribuir a la irritación del ojo. Lo mejor en este tipo de casos es acudir a un profesional óptico-optometrista para que evalúe cada caso individualmente.





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Adrián Pérez Baladrón, óptico-optometrista y docente del curso:
“Lupas, lupas tv, microscopios, telescopios, telemicroscopios y filtros de absorción selectiva son las ayudas visuales especiales más prescritas”





El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia celebrará este curso presencial en su sede de Santiago





El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia celebra un curso presencial sobre “Rehabilitación visual en pacientes con Baja Visión”, que se impartirá mañana sábado 7 de mayo, de 15:45 a 21:00 horas, y el domingo día o de 9:00 a 14:30 horas. La jornada formativa estará impartida por el óptico-optometrista Adrián Pérez Baladrón, Máster en Rehabilitación Visual por el Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada de la Universidad de Valladolid (lOBA) y profesor asociado del Grado de Óptica y Optometría de la Universidade de Santiago de Compostela (USC).





Adrián Pérez explica que la Baja Visión es una disminución de la capacidad visual del paciente, provocada por una patología que no se puede corregir con gafas convencionales, lentes de contacto o con algún tratamiento médico. El experto destaca que todavía no existen tratamientos definitivos para patologías como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), la retinopatía diabética y la retinosis pigmentaria, y los existentes solo son efectivos para frenar la evolución en algunos casos, pero no para su curación. Pero, añade que la terapia genética, los implantes y trasplantes retinianos y los tratamientos farmacéuticos siguen avanzando y, “es posible, incluso, que en un futuro consigan devolver la visión a las personas que no ven nada. Esto seguirá modificando, sin duda, las características de la población con discapacidad visual y tendrá una clara repercusión en los programas de rehabilitación”, advierte.





El profesional explica que para tener una vida visual óptima no solo basta con ver el 100%, interfieren otros aspectos como las habilidades de eficacia visual, de campo visual y habilidades de análisis y procesamiento de la información visual.





En el curso se establecerán entrenamientos para mejorar todos estos aspectos más allá de las ayudas visuales convencionales. Por ejemplo, un paciente con degeneración macular tiene alterado su campo de visión central impidiendo acceder a la lectura, reconocer caras o percepción de los detalles. Estos pacientes mantienen sana su visión periférica, por ello, se beneficiarán del desarrollo de una visión excéntrica, es decir, utilizar una zona de retina sana que actúe como nueva mácula. Por otro lado, un glaucoma origina una visión tubular dando lugar a dificultades en los desplazamientos, localización de objetos o mala visión nocturna. A través de entrenamientos de búsqueda y rastreos el paciente puede mejorar su calidad de vida.





Por último, en el curso se tratarán las ayudas visuales más novedosas donde la tecnología juega un papel muy importante. Se verán desde cámaras que van incorporadas a la varilla de las gafas permitiendo reconocer textos, objetos y caras, hasta dispositivos que usan la realidad aumentada para ayudar a estos pacientes.





Unidades de Baja Visión





Existen Unidades de Baja Visión destinadas a luchar para que las personas con estas afecciones puedan recuperar sus actividades cotidianas y hobbies que, debido a su pérdida visual, han tenido que abandonar, aunque sean tareas necesarias para ser autónomo y feliz.





Pérez Baladrón señala que los rehabilitadores deben conocer todas las pautas de entrenamiento y acondicionamiento, así como todas las ayudas tanto ópticas como no ópticas para mejorar la calidad de vida del paciente. “Lupas, lupas tv, microscopios, telescopios, telemicroscopios y filtros de absorción selectiva son las ayudas visuales especiales más prescritas en Baja Visión. Un programa completo de rehabilitación visual incluye, no solo la prescripción de ayudas visuales, sino también la optimización del resto visual mediante el desarrollo de una visión excéntrica, habilidades de trazado, exploración, seguimiento y retorno, habilidades de la vida diaria o técnicas de orientación y movilidad” –indica–.







Estimado/a compañero/a: Os informamos del Real Decreto 286/2022, de 19 de abril, por el que se modifica la obligatoriedad del uso de mascarillas durante la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, (publicado en el BOE de 20/04/2022, fecha a partir de la que es vigente) y cuyo artículo único. 1 a) determina:   Artículo único. 1. Las personas de seis años en adelante quedan obligadas al uso de mascarillas en los siguientes supuestos:   a) En los centros, servicios y establecimientos sanitarios según lo establecido en el Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, por el que se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios, por parte de las personas trabajadoras, de los visitantes y de los pacientes con excepción de las personas ingresadas cuando permanezcan en su habitación.  





También se adjunta cartel con la nueva norma, por si deseáis utilizarlo.







Recomienda gafas de sol polarizadas, de filtro menor de 4 y color gris, para reducir el riesgo de deslumbramientos o fatiga visual en la carretera





Con la llegada de la Semana Santa, una época en la que muchos españoles optan por viajar por carretera, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recomienda revisarse la vista antes de coger el coche con el fin de disminuir sensiblemente los riesgos al volante.





Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), un 93% de los mayores de 55 años necesita hacer uso de algún tipo de corrector visual (gafas o lentillas). El Colegio explica que cuando van al volante personas que padecen defectos o enfermedades visuales (miopía o hipermetropía o algunas enfermedades que afectan a la visión como el glaucoma) ven desaparecer determinados objetos en su campo de visión, sienten como se cierra su ángulo de visión o aparecen manchas.





El Colegio considera fundamental la realización de un análisis visual antes de emprender un viaje de vacaciones porque se puede evitar estar expuestos a riesgos innecesarios en la carretera y sufrir accidentes. “A pesar de que la vista aporta el 90% de la información al conducir y de que casi la mitad de los conductores sufre alguna deficiencia visual, un 46% de los automovilistas no revisa su vista antes de iniciar un viaje, aumentando el riesgo de sufrir un accidente de tráfico” –explica Eduardo Eiroa, presidente de Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia–.





Gafas envolventes para los motoristas





Con la llegada de la primavera nos dirigimos hacia el buen tiempo, por lo que conducimos con un alto índice de luminosidad durante las horas centrales del día y estamos expuestos a deslumbramientos al amanecer o atardecer, lo que supone un riesgo para la conducción. Según datos de la DGT, el 5% de los accidentes de tráfico en España suceden por deslumbramiento en las horas crepusculares. Así, el Colegio señala que usar gafas de sol podría ayudar a reducir la fatiga visual, el riesgo de deslumbramiento o la ceguera temporal. Sin embargo, indica que un 33% de los conductores no se protege habitualmente del sol mientras conduce y un 12% nunca lo hace, a pesar de ser España uno de los países con los índices de radiación ultravioleta más altos de Europa.





Por ello, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recomienda que si se conduce bajo los efectos del sol, las gafas de sol ideales son las que tienen un filtro solar de categoría menor de 4, aptas para la absorción de rayos UV. El color de las lentes más recomendado es el gris, ya que transmite uniformemente la luz a través del espectro y respeta mejor los colores naturales (aunque todas las lentes de las gafas de sol homologadas, sean del color que sean, respetan la percepción de los colores). Las gafas polarizadas son ideales para la conducción, porque evitan los reflejos más molestos.





Y con el buen tiempo salen las motos a la carretera. El Colegio aconseja a los conductores de motocicletas y ciclomotores llevar gafas de sol que sean lo suficientemente envolventes para impedir que las partículas de polvo u otros cuerpos extraños penetren en los ojos.





Un 40% de los accidentes de tráfico se deben a las distracciones visuales al volante





Los ópticos-optometristas gallegos señalan que aproximadamente un 40% de los accidentes de tráfico se deben a las distracciones visuales al volante. El colectivo aconseja a los conductores que en caso de utilizar sistemas de navegación y multimedia se usen las indicaciones sonoras que ofrecen para evitar mirar a la pantalla en la medida de lo posible. Pero en la actualidad, existen diveros modelos de automóviles que incluyen una pantalla de visualización frontal entre sus extras. Se trata de un head-up display (HUD), una pantalla transparente que se proyecta en el parabrillas y que presenta información al conductor de tal forma que este no cambia su punto de vista para ver dicha información. Con este sistema el conductor no desvía la mirada de la carretera y gana sobre 0,5 segundos de pérdida de visión.