El Colexio de Ópticos Optometristas de Galicia recomienda las lentes de contacto desechables en verano por su comodidad

Aconseja bañarse en piscinas y playas sin lentillas para evitar infecciones o hacerlo siempre con gafas de buceo

El verano y  altas temperaturas, la exposición a la radiación ultravioleta, el aire acondicionado o los baños en piscinas y playas, requieren un cuidado específico de nuestros ojos. El Colexio de Ópticos Optometristas de Galicia señala que estos factores pueden contribuir al desarrollo de problemas visuales a corto, medio o largo plazo, como son las infecciones, conjuntivitis, ojo seco, irritación, fotoqueratitis (quemadura de la córnea), cataratas o degeneración macular.

Como una alternativa más cómoda a las gafas para disfrutar del verano y practicar deportes al aire libre, el Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia recomienda el uso de las lentes de contacto, un producto sanitario que ya utilizan más de 2,5 millones de personas en España.

Aunque la lente de contacto es un producto sanitario que debe estar dispensado por un óptico optometrista, todavía hay muchas personas que deciden comprar sus lentillas en páginas web dedicadas a su venta sin ningún control profesional ni sanitario, algo que pone en riesgo su salud visual y puede causar la aparición de alteraciones visuales e incluso daños oculares. Entre las alteraciones detectadas en los establecimientos de óptica destacan las conjuntivitis, inflamaciones de la córnea, reacciones alérgicas, abrasiones en la córnea por un mal ajuste de las lentes de contacto y la reducción de la agudeza visual, que puede interferir en actividades diarias como leer o conducir. Además, en los casos más graves se han detectado queratitis microbianas, una infección poco frecuente pero grave, y úlceras en la córnea que pueden requerir de tratamiento oftalmológico y en los peores casos degenerar en una discapacidad visual.

Los usuarios deben exigir que un profesional óptico optometrista adapte sus lentes de contacto a los ojos de forma correcta, con un examen completo y una prueba previa de porte, además de recibir las indicaciones de uso y manipulación a través del adiestramiento de un óptico optometrista.

Para la época estival, los optometristas gallegos aconsejan las lentes de contacto desechables diarias, puesto que se evita el trabajo continuo de limpieza que puede resultar complicado cuando se viaja. Aunque estas lentes tengan filtro ultravioleta, los profesionales gallegos recuerdan que no sustituyen a las gafas de sol, pues solo protegen de la radiación solar la córnea y parte de la conjuntiva, pero el resto del ojo y los párpados continúan expuestos.

Los optometristas explican que es fundamental que las lentes de contacto se entreguen en envases sin manipular y sin abrir, diferenciando las lentes de los ojos derecho e izquierdo. Para proteger los ojos se deben seguir responsablemente las instrucciones de uso y conservación de las lentes de contacto, además de realizar un mantenimiento correcto y mantener su higiene, con el objeto de evitar molestias y problemas corneales, como erosiones, úlceras o infecciones. “Más del 90% de los problemas provocados por las lentes de contacto se derivan directamente de un mal uso o cuidados inadecuados por parte del usuario, ya sea exceder en el tiempo de porte o una mala higiene” –explica la presidenta del Colexio, Esther Amaro Quireza–. Para mayor protección, la entidad colegial aconseja lavarse las manos con agua y jabón antes de ponerse y quitarse cada una de las lentillas, al menos durante 20 segundos.

Además, los expertos recomiendan para bañarse en piscinas o playas el uso de gafas de baño o buceo para evitar el contacto con agentes irritantes (cloro) y contaminantes (virus y bacterias), por supuesto obligatorias para las personas que se bañen con las lentes de contacto puestas, para los que otra opción sería bañarse sin ellas.

Con estas medidas preventivas, los ópticos optometristas gallegos aseguran que se evitarán gran parte de los problemas que suelen afectar a los ojos durante el verano. Pero si persisten las molestias, como irritación, enrojecimiento, sequedad, exceso de lagrimeo o dolor, se deberá consultar con un óptico optometrista.