El Colexio destaca en la vuelta al cole que el trastorno refractivo más común en adolescentes es la miopía, principal causa de ceguera evitable en niños y jóvenes

Los padres o tutores pueden detectar alguna alteración al ver al niño torcer la cabeza al leer o acercarse demasiado, descentrarse con facilidad, ver mal la pizarra de lejos, desviar los ojos, guiñar uno, confundir palabras o tener escozor

Recomiendan revisiones visuales previas al inicio del curso escolar para detectar alteraciones en la visión que pueden manifestarse en la infancia

Como es habitual todos los años, los niños deben acostumbrarse a la rutina diaria con la vuelta al cole una vez finalizadas las vacaciones de verano. Además de preparar el material escolar y la ropa, el Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia explica que es necesario que los niños y jóvenes realicen revisiones visuales con el objetivo de comprobar el correcto funcionamiento de la visión para que puedan hacer sin impedimento las tareas cotidianas, como los deberes y estudiar.

Una de las afecciones más frecuentes es la miopía que se ha convertido en un importante problema de salud pública en el mundo debido al aumento de su prevalencia en las últimas décadas y, a las patologías asociadas a la miopía elevada que amenazan la visión, como son la maculopatía miópica, el glaucoma y el desprendimiento de retina.

En la actualidad, la miopía afecta aproximadamente al 30% de la población mundial, siendo el trastorno refractivo más común en adolescentes y adultos jóvenes a nivel global, y la principal causa de ceguera evitable en niños y adolescentes.

Se prevé que la miopía afectará a 4.800 millones de personas en el mundo en 2050, lo que significa que en menos de 30 años cerca de la mitad de la población mundial será miope. Además, hasta un 10% de estos tendrá alta miopía. Estas cifras sitúan a la miopía en el nivel de pandemia. Por ello, el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas ha lanzado una nueva campaña, bajo el lema, STOP a la MIOPÍA INFANTIL.

La presidenta del Colexio de Ópticos Optometristas de Galicia, Esther Amaro, asegura que “la miopía supone todo un reto en educación sanitaria. Los padres raramente conocen lo que es la miopía y sus consecuencias, por lo que es aún menos probable que sean conscientes de cómo suele progresar la miopía. Sin embargo, nosotros como profesionales de la salud visual sabemos cuál será la evolución del problema y por ello debemos proporcionar información y proponer medidas para evitar su progresión”.

Esther Amaro:El 30 % del fracaso escolar en la infancia está relacionado con problemas de visión no detectados”

Detectar los problemas visuales en la infancia es importante porque la visión es uno de los sentidos más importantes, representando el 80-90 % de la información percibida del exterior. Los expertos destacan que, aunque el sistema visual sufre cambios hasta que alcanza su madurez, las revisiones visuales son importantes para detectar alteraciones en la visión o patologías que pueden manifestarse en la infancia. Así, por ejemplo, Esther Amaro indica que entre las alteraciones visuales que se pueden manifestar en la infancia están la ambliopía, la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, el estrabismo o variaciones en la refracción, además de problemas binoculares que pueden dificultar, por ejemplo, la lectura.

“Las revisiones de la visión en edad escolar son muy importantes debido a que el fracaso escolar está relacionado con la manifestación de problemas visuales. Así mismo, se estima que el 30 % del fracaso escolar en la infancia está relacionado con problemas de visión no detectados” –explica la presidenta–.

Independientemente de que es importante realizar una revisión visual al inicio del curso escolar, los ópticos-optometristas gallegos apuntan que existen determinados signos que deben de hacer sospechar de algún problema visual. Concretamente, los principales signos que tanto padres como tutores deben prestar atención al comportamiento del niño son torcer la cabeza al leer, descentrarse con facilidad, ver mal la pizarra de lejos, desviar los ojos, guiñar un ojo, acercarse demasiado a los textos o al ordenador o a la tablet para leer, confundir palabras, tener escozor en los ojos, saltarse palabras o líneas leyendo o no tener una buena comprensión lectora, entre otros.

Además, se está incrementando la incidencia de la miopía juvenil por el exceso de horas que dedican los niños a las pantallas digitales. Así, los optometristas gallegos aseguran que se debe concienciar sobre la necesidad de realizar un uso moderado y no excesivo de la tecnología digital en la edad escolar porque la miopía juvenil, aunque se manifiesta entre los 6-8 años, puede seguir incrementándose más allá de los 18 años. Con el objetivo de prevenir la miopía juvenil, el Colexio aconseja la realización de revisiones visuales y recomiendan que los niños realicen actividades al aire libre.

Más información: https://stopmiopiainfantil.es/