La entidad recuerda que hay problemas visuales no relacionados con la corrección, como los binoculares, que hacen que el alumnado tenga que hacer un sobreesfuerzo para ver bien, lo que puede generar un bajo rendimiento escolar 

Esther Amaro, presidenta: “Se lee con los ojos y es una pena que cuando llegan a nuestros gabinetes jóvenes que sufren fracaso escolar, comprobamos que nunca han revisado su funcionalidad visual, y detectamos incluso que su integración visual no es eficaz” 

El informe PISA 2022 –Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)– se presentó a finales de diciembre con unos resultados pésimos en matemáticas y comprensión lectora para España, que obtuvo su peor calificación desde el inicio de esta publicación en el año 2000, encargada de medir la capacidad de los jóvenes de 15 años para utilizar sus conocimientos y habilidades en lectura, matemáticas y ciencias para afrontar desafíos de la vida real.

Para frenar esta tendencia, el presidente del Gobierno ha anunciado un plan de choque educativo, dotado de 500 millones de euros. Al margen de esta medida, el Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia señala que este bajo rendimiento escolar también puede tener mucho que ver con la salud visual del alumnado. “Se lee con los ojos y es una pena que cuando llegan a nuestros gabinetes jóvenes que sufren fracaso escolar, comprobamos que nunca han revisado su funcionalidad visual, y detectamos incluso que su integración visual no es eficaz” –explica la presidenta del Colexio, Esther Amaro Quireza–.

La entidad colegial explica que es necesario que los niños y jóvenes de entre 6 y 16 años se sometan anualmente a una revisión visual para comprobar el correcto funcionamiento de su visión, lo que les permitirá hacer sin impedimento las tareas cotidianas, como los deberes y estudiar. “Detectar los problemas visuales en la infancia es fundamental, porque la visión es uno de los sentidos más importantes. El 80 % de la información percibida en las aulas entra por los ojos” –señala Esther Amaro–.

Los expertos destacan que, aunque el sistema visual sufre cambios hasta que alcanza su madurez, las revisiones visuales son importantes para detectar alteraciones en la visión o patologías que pueden manifestarse en la infancia. Así, por ejemplo, Esther Amaro indica que entre las alteraciones visuales destacan la ambliopía, la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, el estrabismo o variaciones en la refracción, además de problemas binoculares que pueden dificultar, por ejemplo, la lectura. “Hay problemas visuales que no siempre están relacionados con la corrección, como los binoculares o de enfoque o de motricidaz ocular, que hacen que los alumnos tengan que hacer un sobreesfuerzo para ver bien, lo que puede generar un bajo rendimiento escolar” –argumenta la presidenta–. Por todo ello, el Colexio considera que las revisiones de la visión en edad escolar son muy importantes, debido a que el fracaso escolar está relacionado con la manifestación de problemas visuales. “Se estima que el 30 % del fracaso escolar en la infancia y la adolescencia está relacionado con problemas de visión no detectados” –apunta Amaro Quireza–.

Los ópticos optometristas gallegos indican que existen determinados signos que deben hacer saltar las alarmas y que los padres, tutores o maestros comiencen a sospechar que el menor sufre algún problema visual. Concretamente, los signos a los que se deben prestar atención del comportamiento del niño son torcer la cabeza al leer, descentrarse con facilidad, ver mal la pizarra de lejos, desviar o guiñar los ojos, acercarse demasiado a los textos, al ordenador o a la tablet para leer, confundir palabras, tener escozor en los ojos, saltarse palabras o líneas leyendo o no tener una buena comprensión lectora, entre otros.

Además, el Colexio recuerda que se está incrementando la incidencia de la miopía juvenil por el exceso de horas que dedican los niños a las pantallas digitales. Así, los optometristas gallegos aseguran que se debe concienciar a la sociedad sobre la necesidad de realizar un uso moderado de la tecnología digital en edad escolar, porque la miopía juvenil, aunque se manifiesta entre los 6 y los 8 años, puede seguir incrementándose más allá de los 18 años. Con el objetivo de prevenir la miopía juvenil, el Colexio aconseja la realización de revisiones visuales y recomiendan que los niños realicen actividades al aire libre.
El Colexio de Ópticos Optometristas de Galicia recomienda utilizar gafas de sol homologadas con filtros de color marrón o amarillo y protección lateral 

Ayudarán a prevenir inflamaciones oculares, como la conocida oftalmía de la nieve, y la sequedad ocular, e impedir el aumento de cataratas o degeneración macular asociada a la edad 

El Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia recuerda a los aficionados a los deportes de nieve y las pistas de esquí que deben prestar especial atención a la protección de sus ojos, porque aunque con menos intensidad que en verano el sol brilla igualmente.

Cuando se sube a la montaña, los deportistas protegen su cuerpo de las inclemencias del tiempo. El Colexio explica que los ojos también necesitan su protección, porque el reflejo del sol en la nieve es más brillante e intenso; a gran altitud, la atmósfera es más delgada y deja pasar más radiación ultravioleta; el viento hace que los ojos se resequen, lo cual entorpece la visión; en la alta montaña, las partículas en suspensión, así como los pequeños cristales de hielo, se pueden proyectar contra la córnea; y si se esquía, la velocidad y el viento impiden ver con normalidad, obligando a cerrar los ojos constantemente.

“Pasar un día en la nieve puede ser más dañino para los ojos que disfrutar de una jornada en la playa. La razón es que la nieve refleja más del 80 por ciento de la luz solar, incluida la radiación ultravioleta” –destaca la presidenta del Colexio, Esther Amaro–. Además, indica que, en el caso de desplazarse a la montaña, esta radiación aumenta un 10 por ciento por cada mil metros que se asciende, “y la mayoría de las personas que disfrutan en la nieve no es consciente de la cantidad de radiación solar que recibe directamente, sumada a la radiación indirecta reflejada en la nieve, lo que puede afectar a la percepción de las formas y colores, así como provocar serias quemaduras en la córnea”.

En los meses más fríos del año, el sol se sitúa más bajo en el cielo y a un ángulo diferente, lo que puede incrementar la exposición a la radiación ultravioleta. Este riesgo resulta tan significativo en días grises como en días despejados. Según indica el Colexio de Ópticos Optometristas de Galicia más de un 20 por ciento de personas que practican esquí padece enfermedades de la visión. Señala que el principal daño que produce la nieve en los ojos se conoce como oftalmía, que es una queratoconjuntivitis o inflamación e irritación constante de la conjuntiva y de la córnea.

“Los síntomas de la oftalmía de la nieve se presentan a las 4 o 6 horas de haber realizado las actividades en el exterior y la sensación es similar a la de tener un cuerpo extraño en el ojo, acompañado de lagrimeo, fotofobia, ojos rojos y disminución de la agudeza visual” –indican los expertos–. También explica el Colexio que otros efectos negativos que tienen los rayos ultravioletas son la aceleración de la aparición de cataratas y la degeneración macular asociada a la edad, dos de los problemas de salud visual más frecuentes durante la madurez.

El Colexio señala que es necesaria una protección adecuada para evitar estos daños, sobre todo en el caso de los niños que tienen la córnea más sensible y sus ojos son más transparentes por lo que reciben más radiación que un adulto y son más propensos a sufrir este tipo de lesiones. Los efectos de la radiación ultravioleta son acumulativos a lo largo de la vida, por lo que se debe extremar la precaución desde la niñez.

Todas las personas que quieran practicar este deporte deben proteger sus ojos con “unas gafas homologadas que tengan un factor de protección mínimo de 3, siendo el 4 el ideal”, según indica el Colexio, siendo las lentes más adecuadas aquellas que utilizan filtros de color marrón o amarillo, que ayudan a mejorar los contrastes en la visión. También aconseja usar lentes que disponen de protecciones laterales que evitan la entrada de frío y viento. “Estas precauciones no resultan solo imprescindibles para la práctica de esquí y otros deportes de invierno, sino para realizar cualquier tipo de actividad en la nieve, como, por ejemplo, pasear” –apostilla el Colexio–.
Indica el uso de lágrimas artificiales y humidificadores en espacios interiores para conservar la hidratación en los ojos, y no abusar de la calefacción

La bajada de temperaturas en otoño e invierno se puede notar con un mayor picor y escozor en los ojos que incluso puede derivar en el síndrome del ojo seco. Es por ello que el Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia ofrece una serie de recomendaciones para cuidar la visión en las temporadas de frío.

La entidad explica que una buena alimentación es “imprescindible” para mantener una buena visión, introduciendo en la dieta alimentos ricos en omega 3 y ácidos grasos, además de frutas y verduras que ayudarán a combatir la sequedad ocular.

También el Colexio destaca que es fundamental prestar atención a la hidratación ocular. Señala que las temperaturas bajas en exteriores, el uso continuado de calefacciones en interiores, el viento y el uso prolongado de pantallas son condicionantes para una menor hidratación del ojo, lo que puede provocar que se reseque, produciendo picores y molestias. “Parpadear de forma activa es la forma más natural para lubricar los ojos, y facilitará la generación de líquido lagrimal y mantendrá hidratada la córnea. Si el medio natural no fuera suficiente, se puede hacer uso de lágrimas artificiales que ayudan ante la fatiga y la sequedad” –argumentan desde la entidad–.

El Colexio recomienda en espacios interiores cerrados no abusar de la calefacción, porque igual que con el frío, los expertos destacan que con temperaturas altas puede verse afectado el sistema visual. “Se puede incluir el uso de humidificadores para contrastar los efectos negativos” –aseguran–.

Según apuntan los ópticos optometristas gallegos, al notar sequedad en los ojos las personas tiendes a frotárselos, acción que no es recomendable. En muchas ocasiones, subrayan que es el viento el responsable de haber introducido alguna partícula en los ojos, y en ese momento explican que lo más aconsejable es parpadear unos minutos o mantener los ojos cerrados para conseguir expulsar ese cuerpo extraño. Por todo esto, el Colexio gallego aconseja el uso de gafas de sol homologadas, no solo para la práctica de deportes de invierno, si no para andar por la calle incluso en días nublados. “Las gafas actúan como barrera contra el viento, el frío y de los rayos ultravioletas nocivos del sol” –indican–.

En el caso de usuarios de lentes de contacto, el Colexio les recomienda en invierno extremar su cuidado e higiene y, preferiblemente, optar por lentes de contacto diarias desechables, para evitar que las partículas que se adhieran al material, por causa de las rachas de viento, provoquen daños por un contacto prolongado con la superficie del ojo.
Sonajeros de colores, libros táctiles, cubos apilables, puzzles o juegos de mesa, son buenas opciones que aconseja para el desarrollo de la percepción espacial, la coordinación ojo-mano, la visión de los colores y la memoria y agudeza visuales

La entidad incide en la necesidad de que los padres y madres jueguen con sus hijos y puedan así detectar estos problemas visuales y acudir con el pequeño a un establecimiento sanitario de óptica para evaluar su visión 

Con la Navidad llamando a los hogares gallegos, muchos niños y niñas tienen en su carta de Papá Noel y los Reyes Magos peticiones de regalos tecnológicos como los videojuegos o las tablets. Aunque es cierto que los videojuegos contribuyen a mejorar la visión periférica, el Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia recomienda otros juguetes que estimulen la visión de los niños durante su desarrollo, es decir, la memoria visual, la motilidad ocular –capacidad de seguir con los ojos un objeto en movimiento– y la coordinación entre el ojo y la mano.

Una de las ventajas de los juguetes es, según el Colexio, que permiten detectar problemas visuales en los niños, sobre todo hasta los seis años. Los optometristas explican que estos problemas se identifican cuando el pequeño tiene complicaciones para identificar colores o para coger un objeto porque no ve bien. Además, el Colexio apela a la responsabilidad de los padres y madres para que jueguen con sus hijos y así puedan descubrir si tienen este tipo de problemas. Así, ante cualquiera de estos síntomas, el Colexio indica que los progenitores deben acudir con su hijo al óptico optometrista para que lo examine y determine si sufre algún problema de refracción u otras cuestiones oculares por las que será derivado al especialista de oftalmología.

Durante los primeros meses de vida, los optometristas gallegos explican que los juguetes deben tener colores llamativos y muy vivos, para que el bebé le preste atención cuando se los acerquen a unos 20 centímetros, por ejemplo los tradicionales sonajeros. A partir del tercer mes, cuando comienza el desarrollo de la coordinación ojo-mano y se estabiliza la visión binocular y cromática, los especialistas destacan que los bebés pueden comenzar a jugar con cubos que se apilan u otros juguetes de formas geométricas.

A medida que crecen, entre los seis y los diez meses, el Colexio explica que empieza la etapa del suelo y el gateo, y es entonces cuando los bebés puede ver mejor su entorno. En esta etapa, la entidad destaca que es cuando hay que desarrollar su capacidad visual con juguetes como los libros táctiles que estimulan el enfoque de objetos y la percepción de colores.

También durante esta etapa y hasta los tres años, los optometristas indican que los bebés pasan de ver en blanco y negro a captar todas las tonalidades, ya con toda la visión desarrollada. Aconsejan los juguetes con combinaciones de colores y formas, como centros de actividades que ayudarán a captar todas las tonalidades y empezar a distinguirlas.

A partir de los tres años, los ópticos optometristas apuntan que podrán empezar a jugar con puzzles o rompecabezas y juegos de ingenio para estimular mejor la percepción y la memoria visual. Es muy recomendable el Tangram, un sencillo juego que consiste en formar siluetas de figuras a base de piezas geométricas y que le permitirá al niño poner a prueba su creatividad e imaginación al tiempo que analiza formas geométricas, dimensiones y relaciones espaciales. “Es una forma lúdica de mejorar las habilidades sensoriales y motoras ayudando a la visualización, la percepción espacial, la memoria y la atención visual” –argumentan–.

Por supuesto, el Colexio gallego incluye en su lista de recomendaciones los clásicos juegos de mesa a partir de los seis años, como el parchís y la oca, que obligan a mover los ojos de forma parecida a como se haría al pasar de una palabra a otra durante la lectura y que constituyen un “excelente entrenamiento visual”. Además, señalan que la agudeza visual cobra una gran importancia en juegos tipo Memory, Dobble o Uno, que además ayudan en el desarrollo de habilidades básicas asociadas a la lectura, las matemáticas y la codificación.

El  ponente de la formación, el óptico optometrista Francisco Ríos, explica que una prótesis ayuda a mantener la función de los párpados y la cavidad orbitaria, además de la simetría facial y estética para devolver la “mirada”





Será en la sede colegial de Santiago, en horario de mañana y tarde, con la participación de una veintena de optometristas





El Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia celebrará este domingo, 19 de noviembre, un curso presencial sobre el manejo de pacientes usuarios de prótesis oculares. Tendrá lugar en la sede colegial en Santiago (Praza de Salvador García Bodaño, 2, 1º) en horario de 10:00 a 14:00 horas y de 15:30 a 19:30 horas con la participación de una veintena de optometristas.





El curso, impartido por el óptico optometrista Francisco Ríos Riveiro, pretende ahondar en profundidad en el papel del óptico optometrista en el manejo de pacientes portadores de prótesis oculares, que se encuentran muchas veces con dificultades a la hora de encontrar soluciones a los problemas derivados del uso de sus prótesis. El ponente hablará sobre las causas más frecuentes de pérdida del globo ocular, de las consideraciones psicológicas del paciente y la elaboración y adaptación de la prótesis al paciente, con sus correspondientes prácticas.





Francisco Ríos explica que una prótesis tiene el objeto de reemplazar un miembro del cuerpo ausente e intentar reproducir su misma función. En el caso del ojo, el experto señala que una prótesis ocular todavía no puede hacer la misma función que un ojo, por lo que en la formación explicará como una prótesis mantiene el estado funcional de los párpados y la cavidad orbitaria, además de intentar, en la medida de lo posible, recuperar la simetría facial y estética para ayudar a devolver la “mirada” que, en muchos casos, se desfigura por la ausencia del globo ocular.





El optometrista destaca que se pueden diferenciar dos tipos de prótesis, una ocular completa, que es la que se utiliza para sustituir todo el volumen del globo ocular, y la conocida como “cascarilla” que es una prótesis del mismo material que la anterior aunque más delgadita y que se utiliza cuando el globo ocular todavía existe.



El Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia homenajeó a su expresidente, Eduardo Eiroa (A Coruña, 1956), en un acto celebrado el pasado domingo, 22 de octubre, en el Hotel Spa Relais&Châteaux A Quinta da Auga de Santiago. Al encuentro asistieron medio centenar de compañeros del Colexio y de la profesión y representantes del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas, como su decano Eduardo Morán y su secretaria Clara Penelas, que recibieron entre aplausos al homenajeado.





Eduardo Eiroa (A Coruña, 1956) agradeció a todos los asistentes su presencia y su respaldo durante sus más de 40 años involucrado en el desarrollo del Colexio y de la figura del óptico optometrista en Galicia, primero como delegado provincial en A Coruña, después como vicepresidente y finalmente como presidente desde 2010 hasta marzo de 2023.







El uso de productos no homologados puede provocar desde irritación y conjuntivitis hasta pérdida de visión





Calabazas, brujas, vampiros, zombis… estos y muchos otros personajes y objetos son los protagonistas de la noche de Halloween, una de las festividades más importantes del año, también conocida como ‘Noche de Brujas’, que se celebra el 31 de octubre en multitud de países alrededor del mundo. Aunque su origen se remonta a las tradiciones celtas y romanas, a lo largo de los años Halloween ha llegado a todas partes, y se celebra como una noche de disfraces de terror y miedo en la que los niños se disfrazan y van de puerta en puerta pidiendo dulces. Para estos disfraces, los niños, y los ya no tan pequeños, usan lentes de contacto de fantasía para aumentar esa mirada terrorífica tan deseada. Las lentes de fantasía permiten modificar el color y aspecto del iris proporcionando el toque final perfecto a los disfraces y looks más creativos con sus múltiples formas y patrones.





Pero detrás de esta celebración, se esconde un gran peligro para los ojos. Estas lentes no correctoras, diseñadas únicamente para modificar la apariencia de los ojos, se pueden adquirir fácilmente en bazares, centros de belleza y otros establecimientos no autorizados y sin ningún tipo de control sanitario, y especialmente a través de internet. Por ello, el Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia advierte de los riesgos de utilizar lentes de contacto cosméticas sin la supervisión de un óptico-optometrista.





Los expertos indican que las lentes de contacto cosméticas “no son un simple accesorio de moda”, son un producto sanitario y como tal deben cumplir los mismos requisitos y parámetros que las lentes correctoras, por lo que obligatoriamente deben ser adaptadas por un profesional óptico-optometrista y en un establecimiento sanitario de óptica. “Solo un óptico optometrista puede evaluar si un paciente es apto para la utilización de lentes de contacto” –explica la presidenta del Colexio, Esther Amaro, que recuerda también que cuando se adapta una lente de contacto, el óptico optometrista evalúa aspectos como la salud general y ocular del paciente, el estado del ojo y la medida de la córnea, además de enseñar pautas de manipulación, limpieza y desinfección esenciales para minimizar cualquier posible riesgo, así como las horas de uso recomendadas y la frecuencia de reemplazo de las lentes. Los especialistas recuerdan que aunque se lleven durante periodos cortos de tiempo, deben seguirse las mismas recomendaciones que con las lentes de contacto correctoras.





Los ojos tienen una talla, una medida especial de curvatura y tamaño de globo ocular. Sin embargo, las lentes de contacto de fantasía están hechas en medidas estándar. Así, cuando la lente no es la adecuada para el globo ocular se pueden producir problemas de oxigenación (hipoxia) y daños en la córnea que podrían derivar en úlceras. Así, el Colexio apunta que es necesario visitar a un óptico-optometrista para que tome la medida del ojo y seguir correctamente sus indicaciones de uso. Además, desaconsejan la utilización de lentes cosméticas o decorativas en niños, porque no tiene sentido exponerlos a todos estos riesgos, ni siquiera por un par de horas mientras están disfrazados.





Conjuntivitis, inflamación, reacción alérgica y abrasión corneal, riesgos de las lentes cosméticas





En cuanto a las consecuencias, los profesionales explican que existen dos tipos de daños provocados por las lentes de contacto: los inherentes a la lente (reacciones alérgicas y corneales) y los provocados por un mal uso y cuidado de la lente (líquidos adecuados e higiene), una situación que sucede en un 98% de los casos. Estos problemas pueden estar presentes tanto en las lentes de contacto convencionales como en las estéticas.





Algunos de los riesgos asociados al mal uso de lentes de contacto son conjuntivitis, inflamación, reacción alérgica y abrasión corneal derivada de una mala adaptación de las lentes de contacto. Problemas adicionales a las lentes cosméticas pueden derivar en reducción de la agudeza visual, sensibilidad al contraste y otras discapacidades visuales debido a las zonas opacas que tienen estas lentillas. Además, en estos días festivos las lentes de contacto cosméticas son un complemento más del disfraz, que acompañan a otros elementos de caracterización como el maquillaje, las pelucas y demás productos de cosmética para el cabello. Por todo ello, los expertos aconsejan extremar las precauciones en el proceso de uso y limpieza de las lentes de contacto para evitar daños en la visión.





La coloración de las lentes





Su pueden diferenciar tres clases de tintes en las lentes de contacto:






  • Tintes de visibilidad. Algunas lentes de contacto tienen un ligero tono verde o azul, estos tintes apenas perceptibles se añaden a las lentes convencionales para verlas mejor cuando se colocan en el ojo o, en el peor de los casos, para encontrarlas cuando se caen al suelo. Dado que este tono es muy ligero, no afecta al color del iris.




  • Tintes de realce. Este tinte, sólido pero traslúcido, es un poco más oscuro que el tinte de visibilidad y su objetivo es resaltar el color natural de los ojos, especialmente en personas con ojos claros.




  • Tintes de color. Son los tintes más oscuros y opacos destinados a modificar por completo el color de los ojos, incluso los más oscuros.



Esther Amaro, presidenta: “Sus beneficios, si se usan bien, son muchos. Hacen que el tamaño de las imágenes sea más real, que el campo visual no esté limitado por el tamaño de la gafa, y que se pueda hacer deporte o cocinar sin que se empañen”





El Colegio profesional ha celebrado hoy en Santiago el Día Mundial de la Visión con un stand informativo en la Praza Roxa









El Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia celebró hoy el Día Mundial de la Visión, efeméride promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y apoyada por el Colexio gallego que este año la dedicada a las lentes de contacto. La presidenta del Colexio de Ópticos Optometristas de Galicia, Esther Amaro, y otros compañeros de la junta de gobierno del Colexio, presentaron la efeméride en un stand informativo situado en el Ensanche compostelano, en la Praza Roxa, acompañados en este acto por el tenente de alcaldesa de Santiago, Xesús Domínguez.









La carpa permanecerá en la plaza hasta las 18 horas con dos voluntarias estudiantes de Óptica y Optometría que repartirán información sobre las lentes de contacto a todas las personas interesadas que se acerquen a este punto informativo. Además, el Colegio ha facilitado esta misma información a todas las ópticas gallegas para que los profesionales ópticos-optometristas puedan distribuírla entre sus pacientes en esta semana de puertas abiertas, del 9 al 15 de octubre.





Esther Amaro manifestó que, a pesar de llevar muchos años celebrando el Día Mundial de la Visión, “esta edición es excepcional al ser la primera que celebramos siendo Colexio Oficial”. Destacó la labor de concienciación que los profesionales ópticos optometristas realizan con la población para salientar la importancia de la salud visual. “Los ojos aportan a nuestro cerebro el 80% de la información que recibe, por lo que es fundamental mantener una buena salud visual en todos los aspectos y actividades de nuestra vida” –indicó–.





Por supuesto, la presidenta del Colexio señaló el valor del trabajo de los ópticos optometristas dentro de la santidad pública con el fin de velar por la salud visual de la población y, de nuevo, solicitó la creación de la categoría de óptico-optometrista en Atención Primaria y su inclusión en la cartera de servicios del Servizo Galego de Saúde (SERGAS).





Al respecto de esta cuestión, el pasado jueves el Parlamento de Galicia aprobó la propuesta socialista para pedir a la Xunta la integración de los ópticos optometristas en el SERGAS, a través de una incorporación progresiva y sistemática. En esta Comisión de Sanidade también se aprobó la conveniencia de convocar una mesa de diálogo para recuperar el convenio “Ollo cos Ollos” de colaboración entre la Administración autonómica y las ópticas gallegas, con el fin de evaluar posibles modificaciones en la propuesta de convenio para volver a integrar a una mayoría de los establecimientos.





Las más utilizadas son las desechables diarias para usar de 7 a 9 horas por día, y otras que se pueden portar de forma continua durante una semana, indicadas para niños muy pequeños o personas con problemas de movilidad





El Colexio explica que las lentes de contacto, conocidas popularmente como lentillas, son productos ópticos sanitarios que actúan en íntima relación con la córnea, flotando sobre ella, e insertadas en la capa lagrimal formando un único sistema óptico continuo. Representan un concepto diferente en lo que respecta al tratamiento de las anomalías visuales en comparación con las lentes oftálmicas, es decir, la lente para gafas, sin limitar el campo de visión ni modificar el tamaño de la imagen. Los optometristas apuntan que estos dispositivos pueden compensar cualquier tipo de error refractivo, desde hipermetropía, miopía, astigmatismo e incluso presbicia.





Los profesionales gallegos señalan que todas las lentes de contacto van adaptadas directamente sobre la superficie ocular e interactúan con la lágrima, por lo tanto, aseguran que es imprescindible el examen y valoración de un óptico optometrista antes de utilizarlas, incluso las cosméticas o de fantasía, aunque solo se vayan a utilizar durante unas pocas horas. Así, los optometristas indican que no todos los ojos son iguales, por lo que se deben seguir los consejos del óptico optometrista que adapta las lentes de contacto para garantizar un uso seguro, eficaz y cómodo. “Un elevado porcentaje de los problemas que se tienen con las lentes de contacto, en torno a un 85-90%, se debe a un uso y a un cuidado inadecuados por parte de los usuarios. Debemos seguir las indicaciones del óptico optometrista y, en caso de duda, consultarle siempre directamente y en persona” –explica la presidenta–.





También los optometristas explican que es fundamental que las lentes de contacto se entreguen en envases sin manipular y sin abrir, diferenciando las lentes de los ojos derecho e izquierdo. Para proteger los ojos se deben seguir responsablemente las instrucciones de uso y conservación de las lentes de contacto, además de realizar un mantenimiento correcto y mantener su higiene, con el objeto de evitar molestias y problemas corneales, como erosiones, úlceras o infecciones. Para mayor protección, la entidad colegial advierte que es imprescindible lavarse las manos con agua y jabón antes de ponerse y quitarse cada una de las lentillas, al menos durante 20 segundos. “Los beneficios de las lentes de contacto, si se usan bien, son muchos. Hacen que el tamaño de las imágenes sea más real, sobre todo en graduaciones altas, que el campo visual no esté limitado por el tamaño de la gafa, y que se pueda hacer deporte o cocinar sin que se empañen” –argumenta Esther Amaro–.





El Colexio señala que se pueden utilizar desde edades muy tempranas, aunque se aconseja que las personas que las utilicen sean capaces de manipularlas correctamente, para poder extraerlas del ojo o colocarlas sin ayuda, siguiendo las indicaciones imprescindibles del profesional sanitario. Señala que las lentes de contacto más utilizadas son las desechables de porte diario para utilizar de siete a nueve horas por día, pero también existen las lentes de contacto que pueden estar en el ojo de forma continua durante siete días, aunque es preferible utilizar este tipo de porte en circunstancias especiales que así lo requieran, por ejemplo, en niños muy pequeños o personas con problemas de movilidad.





Además, el Colexio explica que estos elementos se fabrican en un gran rango de parámetros y con una gran variedad de materiales para que puedan adaptarse a la morfología y necesidades de corrección de cada ojo. Pueden incorporar filtros para proteger el ojo de la radiación ultravioleta o del exceso de luz azul que emiten las pantallas led.





Leonardo da Vinci, constructor de la primera lente de contacto





Las lentes de contacto tienen una historia particular que se remonta a la época de Leonardo da Vinci (1452-1519), quien ya en su obra "Código de los ojos" reflejó un diseño propio de un ojo esquemático, lleno de agua, con una apertura que simularía la pupila y una bola de vidrio que haría las funciones de cristalino. Aunque la finalidad de este diseño era el estudio de cómo se forman las imágenes dentro del ojo, podría considerarse la primera lente de contacto. También René Descartes (1596-1650) en su obra "Dióptrica" describe un método destinado a aumentar el tamaño de las imágenes mediante un tubo lleno de agua con una lente en un extremo y una apertura en el otro donde se situaría la córnea. El Colexio explica que, aunque no se llevó a cabo, este diseño empleaba un instrumento óptico en contacto directo con la superficie del ojo para mejorar la visión, incluso llegando a describir el uso de lentes para la corrección de la miopía y la presbica.





Otros  científicos del XIX, como Thomas Young, Lohnstein o Eugéne Fick, continúan desarrollando ideas similares. El Colexio explica que ya a finales del XIX surgieron varios diseños de lentes de contacto (aunque aún no se las denominaba así), pero su uso rara vez era tolerado más de una hora en el ojo. Y ya a mediados del siglo XX, los diseños de las lentes, las técnicas de fabricación y los materiales empleados consiguieron productos cada vez más cómodos para los usuarios, aunque bastantes costosos. “Las lentes de contacto evolucionaron rápidamente desde entonces, siendo capaces de corregir más defectos refractivos de forma eficaz y haciéndose más asequibles. Se convirtieron en un producto popular en las décadas de los 70 y los 80. Hoy en día continúan evolucionando y mejorando constantemente para adaptarse a las necesidades visuales y las demandas actuales” –indica el Colexio–.



El martes, 10 de octubre, se instalará un stand en la Plaza Roja de Santiago para ofrecer a la población información sobre salud visual y el uso de estos dispositivos





Es imprescindible el examen y la valoración de un óptico-optometrista antes de utilizar las lentes de contacto





El Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia conmemorará el próximo jueves, 12 de octubre, el Día Mundial de la Visión, prolongando su celebración durante toda la semana. La efeméride se dedica en esta ocasión a las lentes de contacto. Para ello, las ópticas gallegas celebrarán una semana de puertas abiertas, del 9 al 15 de octubre, para atender las consultas de los ciudadanos sobre su salud visual, y en concreto, sobre el uso de estos dispositivos visuales.





Los representantes colegiales se reunirán en Santiago de Compostela el martes, 10 de octubre, para celebrar una jornada informativa en la que participará la presidenta del colegio gallego, Esther Amaro, y otros miembros de la junta de gobierno. Se ofrecerá una rueda de prensa en un stand situado en la Plaza Roja para explicar todas las actividades que se realizarán en el Día de la Visión. Hasta las 18:00 horas, dos ópticos optometristas voluntarios repartirán información sobre las lentes de contacto a todas las personas que se acerquen a la carpa.





Las lentes de contacto, conocidas popularmente como lentillas, son productos ópticos sanitarios que actúan en íntima relación con la córnea flotando sobre ella, insertadas en la capa lagrimal y formando un único sistema óptico continuo. Representan un concepto diferente en lo que respecta al tratamiento de las anomalías visuales en comparación con las lentes oftálmicas, es decir, la lente para gafas, sin limitar el campo de visión ni modificar el tamaño de la imagen.





Los opotometristas explican que estos dispositivos pueden compensar cualquier tipo de error refractivo, desde hipermetropía, miopía, astigmatismo e incluso presbicia. En afecciones como el queratonoco –cuando la córnea se hace más fina y sobresale progresivamente en forma de cono– son la mejor opción para proporcionar la mejor visión, y con la anisometropía –gran diferencia de graduación entre ambos ojos– suelen ser la opción que proporciona mayor comodidad al paciente.





Esther Amaro, presidenta: “Un 85-90% de los problemas que se tienen con las lentes de contacto se debe a un uso y a un cuidado inadecuados por parte de los usuarios”





Todas las lentes de contacto van adaptadas directamente sobre la superficie ocular e interactúan con la lágrima, por lo tanto, es imprescindible el examen y valoración de un óptico-optometrista antes de utilizarlas, incluso las cosméticas o de fantasía, aunque solo se vayan a utilizar durante unas pocas horas. Así, los profesionales indican que no todos los ojos son iguales, así que se deben seguir los consejos del óptico-optometrista que adapta las lentes de contacto para garantizar un uso seguro, eficaz y cómodo. “Un elevado porcentaje de los problemas que se tienen con las lentes de contacto, en torno a un 85-90%, se debe a un uso y a un cuidado inadecuados por parte de los usuarios. Debemos seguir las indicaciones del óptico-optometrista y, en caso de duda, consultarle siempre directamente y en persona” –explica la presidenta–.





También los optometristas explican que es fundamental que las lentes de contacto se entreguen en envases sin manipular y sin abrir, diferenciando las lentes de los ojos derecho e izquierdo. Para proteger los ojos se deben seguir responsablemente las instrucciones de uso y conservación de las lentes de contacto, además de realizar un mantenimiento correcto y mantener su higiene, con el objeto de evitar molestias y problemas corneales, como erosiones, úlceras o infecciones. Para mayor protección, la entidad colegial advierte que es imprescindible lavarse las manos con agua y jabón antes de ponerse y quitarse cada una de las lentillas, al menos durante 20 segundos.





El Colexio señala que se pueden utilizar desde edades muy tempranas, aunque se aconseja que las personas que las utilicen sean capaces de manipularlas correctamente, para poder extraerlas del ojo o colocarlas sin ayuda, siguiendo las indicaciones imprescindibles del profesional sanitario.





Las lentes de contacto más utilizadas son las desechables de porte diario para utilizar de siete a nueve horas por día, y las  lentes de contacto que pueden estar en el ojo de forma continua durante siete días, aunque es preferible utilizar este tipo de porte en circunstancias especiales que así lo requieran, por ejemplo, en niños muy pequeños o personas con problemas de movilidad.





Estos elementos se fabrican en un gran rango de parámetros y con una gran variedad de materiales para que puedan adaptarse a la morfología y necesidades de corrección de cada ojo. Pueden incorporar filtros para proteger el ojo de la radiación ultravioleta o del exceso de luz azul que emiten las pantallas led. Además, los ópticos optometristas destacan que son una opción muy recomendada para la práctica de todo tipo de deportes.











Los padres o tutores pueden detectar alguna alteración al ver al niño torcer la cabeza al leer o acercarse demasiado, descentrarse con facilidad, ver mal la pizarra de lejos, desviar los ojos, guiñar uno, confundir palabras o tener escozor





Recomiendan revisiones visuales previas al inicio del curso escolar para detectar alteraciones en la visión que pueden manifestarse en la infancia





Como es habitual todos los años, los niños deben acostumbrarse a la rutina diaria con la vuelta al cole una vez finalizadas las vacaciones de verano. Además de preparar el material escolar y la ropa, el Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia explica que es necesario que los niños y jóvenes realicen revisiones visuales con el objetivo de comprobar el correcto funcionamiento de la visión para que puedan hacer sin impedimento las tareas cotidianas, como los deberes y estudiar.





Una de las afecciones más frecuentes es la miopía que se ha convertido en un importante problema de salud pública en el mundo debido al aumento de su prevalencia en las últimas décadas y, a las patologías asociadas a la miopía elevada que amenazan la visión, como son la maculopatía miópica, el glaucoma y el desprendimiento de retina.





En la actualidad, la miopía afecta aproximadamente al 30% de la población mundial, siendo el trastorno refractivo más común en adolescentes y adultos jóvenes a nivel global, y la principal causa de ceguera evitable en niños y adolescentes.





Se prevé que la miopía afectará a 4.800 millones de personas en el mundo en 2050, lo que significa que en menos de 30 años cerca de la mitad de la población mundial será miope. Además, hasta un 10% de estos tendrá alta miopía. Estas cifras sitúan a la miopía en el nivel de pandemia. Por ello, el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas ha lanzado una nueva campaña, bajo el lema, STOP a la MIOPÍA INFANTIL.





La presidenta del Colexio de Ópticos Optometristas de Galicia, Esther Amaro, asegura que “la miopía supone todo un reto en educación sanitaria. Los padres raramente conocen lo que es la miopía y sus consecuencias, por lo que es aún menos probable que sean conscientes de cómo suele progresar la miopía. Sin embargo, nosotros como profesionales de la salud visual sabemos cuál será la evolución del problema y por ello debemos proporcionar información y proponer medidas para evitar su progresión”.





Esther Amaro:El 30 % del fracaso escolar en la infancia está relacionado con problemas de visión no detectados”





Detectar los problemas visuales en la infancia es importante porque la visión es uno de los sentidos más importantes, representando el 80-90 % de la información percibida del exterior. Los expertos destacan que, aunque el sistema visual sufre cambios hasta que alcanza su madurez, las revisiones visuales son importantes para detectar alteraciones en la visión o patologías que pueden manifestarse en la infancia. Así, por ejemplo, Esther Amaro indica que entre las alteraciones visuales que se pueden manifestar en la infancia están la ambliopía, la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, el estrabismo o variaciones en la refracción, además de problemas binoculares que pueden dificultar, por ejemplo, la lectura.





“Las revisiones de la visión en edad escolar son muy importantes debido a que el fracaso escolar está relacionado con la manifestación de problemas visuales. Así mismo, se estima que el 30 % del fracaso escolar en la infancia está relacionado con problemas de visión no detectados” –explica la presidenta–.





Independientemente de que es importante realizar una revisión visual al inicio del curso escolar, los ópticos-optometristas gallegos apuntan que existen determinados signos que deben de hacer sospechar de algún problema visual. Concretamente, los principales signos que tanto padres como tutores deben prestar atención al comportamiento del niño son torcer la cabeza al leer, descentrarse con facilidad, ver mal la pizarra de lejos, desviar los ojos, guiñar un ojo, acercarse demasiado a los textos o al ordenador o a la tablet para leer, confundir palabras, tener escozor en los ojos, saltarse palabras o líneas leyendo o no tener una buena comprensión lectora, entre otros.





Además, se está incrementando la incidencia de la miopía juvenil por el exceso de horas que dedican los niños a las pantallas digitales. Así, los optometristas gallegos aseguran que se debe concienciar sobre la necesidad de realizar un uso moderado y no excesivo de la tecnología digital en la edad escolar porque la miopía juvenil, aunque se manifiesta entre los 6-8 años, puede seguir incrementándose más allá de los 18 años. Con el objetivo de prevenir la miopía juvenil, el Colexio aconseja la realización de revisiones visuales y recomiendan que los niños realicen actividades al aire libre.





Más información: https://stopmiopiainfantil.es/