Optometristas gallegos se forman prácticamente en la detección de problemas visuales que interfieren en el aprendizaje de los niños

Manuel Cebeiro, docente: “Los optometristas no enseñamos a leer a los niños, enseñamos a coordinar su sistema visual a través de los ojos para que la lectura pueda ser más fluida” 

El curso se impartirá este fin de semana en la sede en Santiago del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia 

El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia organiza este fin de semana –sábado 15 y domingo 16– un curso práctico sobre problemas de aprendizaje y lectoescritura que se celebrará en la sede de la entidad en Santiago (calle Salvador García Bodaño, 2, 1º C), el sábado de 16:30 a 20:30 horas y el domingo en horario de 9:30 a 13:30 horas. La formación, a la que asistirán treinta optometristas, estará impartida por el óptico-optometrista Manuel Cebeiro, técnico de psicomotricidad y especialista en desarrollo infantil y atención temprana.

Estas sesiones prácticas suponen la segunda parte del curso teórico de aprendizaje y lectoescritura celebrado a finales de mayo en el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia. Los alumnos se centrarán en la detección de problemas visuales que interfieren en el aprendizaje. Se abordarán mecanismos de trabajo que hacen que los niños, por problemas en la calidad de los movimientos oculares, presenten dificultades a la hora de leer. “Los optometristas no enseñamos a leer a los niños, enseñamos a coordinar su sistema visual a través de los ojos para que la lectura pueda ser más fluida. Igualmente no enseñamos matemáticas, pero sí trabajamos la ruta visual que hace que el cerebro pueda expresarse mejor después con conceptos matemáticos a través de la visión, como puede ser trabajar la discriminación visual o la posición espacial que nos ubica objetos en las tres dimensiones del espacio y nos hace crear una perspectiva del objeto en nuestro cerebro y darle sentido a las imágenes que interpreta” –explica Cebeiro–.

El experto destaca que el plan de entrenamiento pasa siempre por un programa elaborado personalmente para cada paciente, en el que hay que hacer mucho hincapié en los movimientos que se necesitan para la lectura, los movimientos de seguimientos visuales o rastreo visual, y los movimientos sacádicos, saltos grandes de un lado a otro de la página que el niño está leyendo. Cebeiro señala que estos dos movimientos oculares deben ser “suaves, precisos, extensos y completos”, y si esta norma no se cumple al leer se estará realizando mal el entreno de lectura. “Lo primero que hay que hacer si un niño tiene problemas en la lectura es visitar a un optometrista y descartar cualquier tipo de problemática en la función visual, con un examen optométrico completo donde, además de la graduación –si fuese necesaria–, se tiene que valorar la falta de coordinación ocular, acomodación, convergencia, estereopsis, ojo motor, ojo sensorial… Si todo está bien se derivará al pediatra para que le pueda ayudar” –indica–.

Si el niño muestra síntomas de inmadurez en la adquisición de conceptos, Manuel Cebeiro incide en que es preciso siempre valorar las rutas de entrada de la información, es decir la visión y audición, y saber si ha ido cumpliendo los hitos de desarrollo motor con respecto a lo que se espera de cada niño en su edad. “El método más eficaz es un buen examen visual, y si se detectan problemas trabajarlos con un plan personalizado para tratar de restaurar los valores a condiciones normales y hacer que el niño no sufra en la etapa escolar, un periodo tan sensible en el que está adquiriendo las habilidades para comunicarse: escritura, lectura, verbalización, conocimiento de derechas e izquierdas, inversiones en símbolos gráficos, etc.” –apunta–.