Los ópticos-optometristas gallegos recomiendan leer a la distancia medida entre el codo y los nudillos para conseguir una buena ergonomía visual

Eduardo Eiroa, presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia:

«No se debe leer de lado o acostados boca abajo»

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Un 75% de los usuarios de dispositivos electrónicos padecen el denominado síndrome de fatiga visual

Santiago de Compostela, 20 de abril de 2015 (Vía Láctea Comunicación).- El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia ofrece una serie de recomendaciones a la hora de leer para proteger correctamente el sistema visual. Manifiesta que la iluminación debe ser ambiental y si es posible conseguir una estancia totalmente iluminada. De igual forma, la temperatura, la humedad y la ventilación de la sala también deben ser las adecuadas para favorecer una lectura cómoda y agradable.

Sobre los tiempos de lectura, los ópticos-optometristas gallegos recomiendan leer a intervalos de unos treinta minutos, con descansos de cinco entre cada sesión, para «favorecer la concentración y no provocar un esfuerzo continuo al sistema visual».

En materia de ergonomía, los expertos aconsejan adoptar una postura «cómoda» para no forzar la espalda y el cuello. «No se debe leer de lado o acostados boca abajo» -indica el presidente de la entidad, Eduardo Eiroa-. La distancia de lectura es otro de los aspectos importantes. Los ópticos-optometristas recomiendan adoptar la distancia de Harmon, desde el codo hasta la primera articulación de los dedos, ya que distancias menores suponen un «sobreesfuerzo» visual innecesario y, normalmente, provocan posturas corporales incorrectas. «Lo ideal es que el plano de lectura tenga unos 20 grados sobre la línea horizontal» -apunta el presidente-.

Durante la lectura se pueden manifestar algunos problemas visuales leves en forma de dolor de cabeza, sensación de pesadez en los párpados -necesidad de cerrar los ojos, como al tener sueño-, picor de ojos, enrojecimiento o sensación de arenillas. En caso de sentir estos síntomas, es recomendable acudir a un profesional de la visión para someterse a un examen optométrico y determinar la causa de las molestias.

En caso de necesitar corrección óptica para la lectura, los ópticos-optometristas aconsejan a sus pacientes un examen visual individual y personalizado, que permitirá adaptar las gafas a sus necesidades visuales concretas, y nunca utilizar las gafas de otra persona. Además, creen necesario educar correctamente a los niños para que aprendan a leer siguiendo las pautas de una buena higiene visual.

«Al tener la pantalla iluminada, muchas personas leen a oscuras provocando un estrés visual innecesario»

Con el aumento de las ventas de dispositivos electrónicos en los últimos años (libros electrónicos, tabletas, portátiles o teléfonos inteligentes) han mudado los patrones de lectura de manera radical. Un 52,5% de la población española mayor de 14 años lee en formato digital. Resulta indudable que la lectura electrónica ofrece muchas ventajas respecto a la lectura tradicional, pero una de las cuestiones que hacen dudar a los usuarios es si estos productos pueden dañar su visión. El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia explica que, si tras horas sentados frente a un libro sentimos cierto «cansancio» visual, esta incomodidad puede aumentar con las pantallas de los dispositivos digitales.

Si se dedican muchas horas a una lectura intensiva, los ojos se pueden resentir, pero más aún si utilizamos dispositivos como los e-books. El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recuerda que el sistema visual del ser humano está diseñado anatómicamente para la visión de lejos, mientras que mirar de cerca durante mucho tiempo supone un esfuerzo y puede provocar molestias.

Según Eduardo Eiroa, aproximadamente un 75% de los usuarios de dispositivos electrónicos padecen el denominado síndrome de fatiga visual. Sus síntomas son las molestias oculares -tensión, pesadez de ojos, picores, quemazón, necesidad de frotarse los ojos, somnolencia, escozor ocular, aumento del parpadeo-, los trastornos visuales -dificultad al percibir los caracteres en las pantallas, visión borrosa al mirar de lejos, diplopia (visión doble)-, y síntomas extraoculares -cefaleas, vértigos y sensaciones de desasosiego y ansiedad, además de molestias en la nuca y la columna vertebral-. Para evitar estos trastornos, los e-books y tabletas electrónicas permiten una posición de lectura inclinada, con características ergonómicas.

Las pantallas de estos dispositivos se iluminan constituyendo una fuente de luz, lo cual supone una gran desventaja, ya que normalmente tener la mirada puesta en una fuente de luz directa causa fatiga visual. «Al tener la pantalla iluminada, muchas personas leen a oscuras provocando un estrés visual innecesario» -explican el presidente-.

Además, los ópticos-optometristas apuntan que estos dispositivos permiten variar el contraste, el brillo, la iluminación y el tamaño de letra, lo cual facilita «una lectura más cómoda y relajada si se regulan adecuadamente».