El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recomienda un examen visual ante la vuelta al cole por la digitalización de las aulas

Se podrán detectar problemas como la miopía, hipermetropía, astigmatismo u ojo vago

Eduardo Eiroa, presidente: “Solo tres de cada diez niños han acudido alguna vez a hacerse revisiones visuales, cuando lo más recomendable es ir a consulta al menos una vez al año, y más ahora al comienzo del curso escolar”

La vuelta al cole se ha convertido en los últimos años en un proceso más tecnológico, ya que en muchas aulas gallegas se utilizan cada vez más ordenadores y tablets para el estudio y trabajos académicos del alumnado. Con esta digitalización de las aulas, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recomienda, si cabe aún más, que los más pequeños y jóvenes de la casa acudan a los establecimientos sanitarios de ópticas a realizarse un examen visual en el inicio del nuevo curso escolar, sobre todo a partir de los seis años.

En la mayoría de las ocasiones, es necesaria una evaluación y tratamiento por parte de un óptico-optometrista, ya que las dificultades visuales pueden traducirse en falta de atención o en notas de clase más bajas de lo normal, que no son consecuencia de la pereza de los niños, sino de algún tipo de alteración visual desconocido e ignorado hasta ese momento, y que puede impedirles seguir el ritmo de las clases, atender a las explicaciones en la pizarra o ya hoy en día en las pantallas, leer y estudiar con fluidez, lo que supone un importante obstáculo para su aprendizaje.

Los ópticos-optometristas como especialistas de la salud visual podrán detectar problemas de visión comunes como la miopía, hipermetropía, astigmatismo u ojo vago y otras alteraciones del sistema visual que puedan afectar a su capacidad de percepción y comprensión. “Solo tres de cada diez niños han acudido alguna vez a revisiones visuales, cuando lo más recomendable es ir a consulta del óptico-optometrista al menos una vez al año, y más ahora al comienzo del curso escolar” –destaca el presidente del Colegio, Eduardo Eiroa–. Sumado a esta necesaria revisión anual, los padres y profesores deben estar atentos a una serie de síntomas que suelen indicar la existencia de problemas visuales en los más pequeños. Son fruncir el ceño, guiñar los ojos, irritación, dolores de cabeza, tropezar con facilidad, tocer un ojo, cometer errores al copiar palabras o números de la pizarra, acercarse demasiado para leer un libro o manejar el ordenador o la tablet, baja comprensión de la lectura o fotofobia (exceso de sensibilidad a la luz).

 “Los menores no deberían pasar más de dos horas al día ante las pantallas. Debe fomentarse su participación en actividades extraescolares que potencien una vida activa y al aire libre, ya que la realidad actual que conocemos es que los jóvenes solo están una hora al día disfrutando de actividades en el exterior, lo que perjudica no solo a su visión, sino también a su salud en general” –recuerda Eiroa–. Así, el Colegio gallego señala que el uso excesivo de los dispositivos electrónicos ha ayudado a incrementar las tasas de miopía de manera preocupante, llegando a afectar a siete de cada diez universitarios del país que han llevado este estilo de vida sedentario.

La miopía ya es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las pandemias del siglo XXI. Este problema afecta a seis de cada diez jóvenes de entre 17 y 27 años en España, los llamados nativos digitales nacidos después del año 2000, según el estudio “Prevalencia de la miopía entre los jóvenes en España” de la asociación Visión y Vida, una cifra que no ha dejado de crecer.

Unas lentes para gafas con un diseño específico para usar móviles o tablets

En el caso de posibles problemas visuales derivados del uso de dispositivos electrónicos, sean smarthopes o tablets, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia señala que ya existen unas lentes para gafas con un diseño específico para el uso de estos aparatos, indicadas para utilizar a cualquier edad y reducir el esfuerzo que tiene que realizar el ojo. Se han creado por el aumento de jóvenes con síntomas derivados de cansancio visual tras realizar actividades que precisan de visión próxima, ya que ayudan a que la actividad se pueda realizar de forma cómoda. “Estas lentes ayudan a relajar los ojos, porque ahora los niños también dedican su tiempo de ocio a la visión de cerca” –indica Eiroa–.

Los expertos manifiestan que este tipo de lentes tienen un tallado diferente a las diseñadas para la visión de lejos, aspecto que disminuye el esfuerzo a realizar para la visión de cerca. Además, explican que estas lentes también se pueden utilizar para ralentizar el avance de la miopía.