Este defecto refractivo afecta a más de 500.000 gallegas y gallegos, es decir, a un 19,33% de la población
En exterior se potencia la visión de largo alcance para visualizar elementos lejanos y se produce una mayor interacción con la luz natural
Debido a las restricciones impuestas para doblegar la curva de contagios de la covid-19 en el último año, los menores han pasado más tiempo en casa utilizando dispositivos electrónicos. Con la llegada del verano, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recomienda a padres y madres fomentar actividades al aire libre para controlar y limitar el incremento de la miopía, un problema visual que afecta a 2.600 millones de personas en todo el mundo, según el ‘Informe Mundial sobre la Visión 2020’ de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según los datos de interconsultas obtenidos de las revisiones visuales realizadas en las ópticas gallegas, al amparo del extinto convenio de colaboración establecido entre el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia y la Consellería de Sanidade, un 21,05% de las niñas y adolescentes de 6 a 17 años y un 17,65% de los niños y jóvenes de esta franja de edad tienen miopía. En el total de la población gallega, presentan este defecto refractivo 513.000 personas, un 19,33% del total de la población.
En las actividades al aire libre se utiliza la visión de largo alcance para visualizar elementos y personas que se encuentran lejos. Además, en el exterior se produce una mayor interacción con la luz natural, un factor que puede proteger de la aparición de la miopía. “Cuando un menor permanece demasiado tiempo en casa sin salir al exterior, los ojos se adaptan a la visión en corto y realiza menos esfuerzo al tener los objetos más cerca” –explica el presidente del Colegio gallego, Eduardo Eiroa–. Por ello, es necesario incentivar a los más pequeños para que jueguen en la calle o el parque y lleven a cabo ejercicios o actividades deportivas respetando las medidas de seguridad y distanciamiento social pertinentes.
Con las restricciones de movilidad y toque de queda impuestos en el último año para combatir la curva de contagios del coronavirus, ha aumentado el uso de dispositivos electrónicos por parte de los niños, ya que estos han pasado más horas en casa y se han aferrado a este formato de ocio. Esto puede conllevar riesgos, como una posible progresión más rápida de la miopía en los más jóvenes, si se utilizan de forma inadecuada.
Además, los ópticos-optometristas gallegos explican que un uso incorrecto de las pantallas puede provocar fatiga visual y, en el peor de los casos, generar problemas oculares, como la aparición de problemas acomodativos. “Algunos síntomas derivados de un uso prolongado de este tipo de dispositivos son mala visión transitoria, dificultad de enfoque a distintas distancias, sensibilidad al brillo de la luz, incomodidad ocular, dolor de cabeza y ojos irritados, secos o cansados” – detalla Eiroa–.
Recomendaciones para realizar actividades al aire libre y protegerse de la radiación con gafas de sol homologadas
Para procurar una salud visual correcta en verano, los ópticos-optometristas gallegos aconsejan usar gafas de sol siempre que se esté expuesto a los rayos solares, a todas las edades e incluso en bebés. Indican que estas gafas deben estar debidamente homologadas, con un filtro de tipo 3, polarizadas y envolventes, para evitar la exposición ultravioleta, pero desaconseja totalmente su compra en puestos de baratillo en la calle, ya que suelen ser falsificaciones y carecen de los filtros necesarios para retener la radiación ultravioleta. Destacan también que si la persona tiene problemas refractivos deberá utilizar gafas de sol graduadas, completando esta protección con el uso de gorra o sombrero, para que los ojos siempre estén en sombra. También recomienda acudir anualmente óptico-optometrista para que evalúe el estado visual.