Esta reacción alérgica se produce cuando el ojo entra en contacto con el polen, provocando picor y enrojecimiento, hinchazón en los párpados, lagrimeo, sensibilidad a la luz y sensanción de cuerpo extraño
Recomienda no frotarse los ojos, no salir a las horas del día donde más polen hay, no conducir con las ventanillas abiertas, tener una correcta higiene del hogar y personal, y usar humidificadores y aparatos de aire acondicionado
La llegada de la primavera suele venir acompañada de pasar más tiempo al aire libre, pero también trae consigo múltiples alergias y afecciones, entre las que destaca la conjuntivitis. Esta reacción afecta al 25% de la población, según señala el Colegio de Ópticos-Optometrists de Galicia, y se ve agravada por el aumento del polen en esta época del año.
El Colegio explica que la conjuntivitis es una afección que se produce por la inflamación de la conjuntiva, la membrana que recubre la parte blanca del ojo y la cara interna de los párpados, y es conocida como “conjuntivitis alérgica”. La reacción se produce cuando el ojo entra en contacto con el polen, lo que genera “una respuesta del organismo en la que se liberan ciertas sustancias químicas”, apunta. A mayores, señala que la conjuntivitis puede producirse por ácaros de polvo o caspa de animales. Entre sus síntomas se encuentran picor y enrojecimiento, hinchazón en los párpados, lagrimeo, sensibilidad a la luz y sensanción de cuerpo extraño.
Los profesionales y expertos sanitarios ópticos-optometristas hacen una serie de recomendaciones para el tratamiento de la conjuntivitis. Señalan ciertas acciones que se deben evitar, como frotarse los ojos, salir a las horas del día donde más polen hay en el ambiente (el polen sube por la mañana y alcanza el pico máximo al mediodía o en las primeras horas de la tarde), o conducir con las ventanillas abiertas, ya que esto permite la entrada de aire. También destacan que es importante mantener una correcta higiene, tanto en el hogar como personal, dado que el polen se adhiere al pelo y a la ropa. Apuntan que también se puede contar en el hogar con humidificadores y aparatos de aire acondicionado con filtros de polen que pueden ayudar a su tratamiento.
Además, desde el Colegio explica que aquellas personas que utilicen lentes de contacto o lentillas deben tener especial precaución. Por un lado, las lentillas, en vez de proteger el ojo, atrapan los alérgenos y generan una exposición prologanda a los mismos. En este caso, recomendian cambiar las lentillas habitualmente. Aun así, es recomendable limitar su uso para no contribuir a la irritación del ojo. Lo mejor en este tipo de casos es acudir a un profesional óptico-optometrista para que evalúe cada caso individualmente.
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