El 46% de los conductores no se somete a un examen optométrico ni una vez al año, aumentando el riesgo de accidentes





Un 40% de los accidentes de tráfico se debe a las distracciones visuales al volante





Con las fiestas de Semana Santa y la llegada del buen tiempo, se multiplican los desplazamientos por carretera. Si es importante tener a punto el vehículo y revisarlo antes de viajar, lo mismo hay que hacer con la visión. Más aún si tenemos en cuenta que el 90% de la información que se percibe al conducir llega a través de la vista, por lo que las condiciones visuales son determinantes para la conducción y guardan una significativa relación con los accidentes producidos por fallos humanos y distracciones visuales.





Según el Colexio de Ópticos Optometristas de Galicia, “si todos los conductores nos revisásemos la vista cada año se reducirían los accidentes”. El problema está en que el 46% de los automovilistas no lo hace, aumentando, por tanto, el riesgo de sufrir accidentes de tráfico.





Enemigos de la conducción





Fatiga visual: Todo lo que implica un uso continuado de los ojos provoca fatiga. La conducción requiere un esfuerzo constante con un altísimo grado de demanda visual. La aparición de estímulos es constante y estos se reciben en su mayoría (90%) a través de la vista. Ante la fatiga visual, el Colexio gallego recomienda parar el coche, cerrar los ojos o mirar a lo lejos, sin fijar la atención en ningún detalle, para que así se relajen los ojos.





Noche: Los accidentes de tráfico aumentan durante la noche y la agudeza visual se reduce hasta en un 70%. No se perciben igual los colores, y se puede perder la sensación de relieve. Además, hay conductores que padecen miopía nocturna y que deberían usar las gafas correctoras durante la noche. Si se utilizan lentes de contacto, los ojos se resecan más, por lo que es conveniente, por la noche, sustituirlas por unas gafas correctoras dotadas de un cristal lo más transparente posible.





Amanecer y anochecer: Son las peores horas del día en cuanto a luminosidad se refiere. Los automovilistas que tienen defectos visuales lo van a notar especialmente. Además, en estos momentos del día el sol está muy bajo y se puede sufrir un deslumbramiento.





Aliados de la vista





Revisiones periódicas: Dada la importancia de la información visual, es fundamental que nuestra vista esté en el mejor estado posible. Por ello es muy recomendable hacerse revisiones periódicas y, aquellas personas con problemas de visión y que necesiten gafas, deben seguir las recomendaciones de su óptico-optometrista.





Gafas de sol: En estos días de alta luminosidad y en los momentos en los que haya cambios bruscos de luz, las gafas de sol son imprescindibles. Pero hay que tener mucho cuidado con el tipo de gafas de sol, ya que según el Colegio, el 70% de las gafas de sol que se venden en España (fuera de los establecimientos sanitarios de óptica) no cumplen con las normas de seguridad sanitarias. Las gafas más adecuadas son las que tienen filtro solar de categoría menor de 4. El color de los cristales más recomendado es el gris, ya que transmite uniformemente la luz a través del espectro y respeta mejor los colores naturales. El cristal polarizado es el ideal para la conducción ya que evita los reflejos más molestos del sol. Los conductores de motocicletas y ciclomotores deben llevar gafas de sol que sean lo suficientemente envolventes para impedir que las partículas de polvo u otros cuerpos extraños penetren en los ojos, además de gafas que no limiten el campo de visión, evitando las monturas anchas que obstaculizan la visión lateral.





Gafas de repuesto: los ópticos optometristas gallegos recomiendan que “antes de realizar un viaje hay que someterse a una graduación de la vista, y conviene llevar siempre unas gafas de repuesto en el coche y que éstas sean de la misma graduación que las que utilizamos habitualmente”.





Lo que dice la Ley (Código de Tráfico y Seguridad Vial, edición actualizada a 27 de febrero 2023)





-No es obligatorio llevar gafas o lentes de contacto de respuesto, pero sí es obligatorio llevarlas durante la conducción si así ha quedado reflejado en el Informe de Actitud Psicofísica (psicotécnico).





-Si la persona se ha operado de cirugía refractiva (miopía, astigmatismo…), la Ley establece que hay que estar un mes sin conducir desde la operación (tres en caso de los profesionales de la conducción). Después, se tendrá permiso para conducir durante un año, y tras ese tiempo, es necesario volver a revisarse la vista.





Uso de los sistemas de navegación y HUD





Según el Colexio de Ópticos Optometristas de Galicia, aproximadamente un 40% de los accidentes de tráfico se deben a las distracciones visuales al volante. Así, este colectivo aconseja a los conductores que en caso de utilizar sistemas de navegación y multimedia se usen las indicaciones sonoras que ofrecen para evitar mirar a la pantalla en la medida de lo posible. Pero en la actualidad, existen diveros modelos de automóviles que incluyen una pantalla de visualización frontal entre sus extras. Se trata de un head-up display (HUD) que proyecta información en la línea visual del conductor, de tal forma que no tiene que desviar la vista de la vía para ver dicha información. Con este sistema el conductor no desvía la mirada de la carretera y gana sobre 0,5 segundos de pérdida de visión.



El objetivo primordial del nuevo mandato será la creación de la categoría de óptico-optometrista en Atención Primaria y su inclusión en la cartera de servicios del SERGAS





Natural de Ourense y afincada en Vigo, Amaro asume la presidencia con “gran responsabilidad” y advierte que “falta mucho por hacer”





El Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia (COOG) presenta su nueva junta de gobierno que tomó posesión de sus cargos el pasado domingo, 5 de marzo, en la sede de la institución en Santiago de Compostela. Las elecciones se convocaron el pasado mes de diciembre, pero tras el vencimiento de los plazos se presentó una sola candidatura que fue proclamada electa.





El nuevo equipo de gobierno, que ejercerá sus funciones hasta 2027, está compuesto por su presidenta, Esther Amaro Quireza (Avión, Ourense, afincada en Vigo), la primera mujer óptico-optometrista que ostenta el cargo en Galicia; el vicepresidente, Olegario Cortiñas Fariña (Mugardos, afincado en Santiago); la secretaria, Rosa África Seoane Cordal (Vigo); el tesorero, Alexander Dubra Fernández (Caracas, afincado en Teo); el contador, Gabriel Andrés Hofkamp Zinna (Godoy Cruz Mendoza, Argentina, afincado en Bueu); el delegado provincial de A Coruña, Bernardino Uhía Martínez (Muros, afincado en Santiago); el delegado provincial de Lugo, Manuel Alberto Diéguez Estévez (A Gudiña, afincado en Lugo); la delegada provincial de Ourense, María Teresa Moreno Campos (Ourense); la delegada provincial de Pontevedra, María Pilar Lourés Carballal (Vigo); la vocal representante de Colegiados No Ejercientes, María Covadonga Vázquez Sánchez (Lalín, afincada en Santiago) y el vocal representante de Formación y Cultura, Carlos García Resúa (Boiro, afincado en Santiago).





Esther Amaro Quireza estudió la Diplomatura de Óptica en la Universidad Complutense de Madrid, graduándose en 1985, para finalmente adaptar su titulación a la Diplomatura de Óptica y Optometría en la Universidad de Granada en 1995. Realizó diferentes cursos sobre contactología y otras materias relacionadas con la profesión. Inicialmente trabajó en Madrid como óptico-optometrista en un establecimiento sanitario de óptica, hasta que se trasladó a Vigo en 1989, donde abrió su propio establecimiento. En su faceta colegial se inició como delegada de la provincia de Pontevedra, y más tarde se convirtió en secretaria, cargo que mantuvo hasta ahora.





La nueva presidenta explica que los objetivos fundamentales de su mandato serán luchar por la creación de la categoría de óptico-optometrista en Atención Primaria y la inclusión de la optometría en la cartera de servicios en el Servizo Galego de Saúde (SERGAS); potenciar la formación del óptico-optometrista a través de cursos y jornadas; defender la autorregulación sobre la venta digital de productos sanitarios; fomentar la concienciación del valor del trabajo profesional mediante campañas; promover el reconocimiento del óptico-optometrista como profesional universitario sanitario encargado de la salud visual de los gallegos; y continuar negociando con el SERGAS y la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia un convenio de colaboración que dignifique la labor del óptico- optometrista, que redunde en beneficio de la población, y que consiga que el acceso a este servicio sea igualitario en todo el territorio gallego.





“Es una gran responsabilidad para mí asumir la presidencia, porque el Colexio debe velar por la salud visual de la población, un reto trascendental, diría yo. Y lograr mayor reconocimiento clínico y sanitario. Naturalmente, defender la profesión y vigilar que se cumplan todos los requisitos, así como mantener la actualización permanente de conocimientos entre los colegiados, son atribuciones propias no menos importantes. He trabajado muy a gusto con los dos presidentes anteriores, Eduardo Eiroa y Enrique Valcárcel, profesionales muy implicados que han dejado el nivel muy alto. Y, aunque el camino está sembrado, falta mucho por hacer y que pelear. Así que este es el desafío de la nueva junta de gobierno”, advierte Amaro.





“Es un orgullo para mí ser la primera presidenta colegial, dirigir una junta de gobierno paritaria y con la incorporación de gente joven, que seguro tienen mucho que aportar. Cuando empecé a tener cargos colegiales, hace años ya, siendo la delegada provincial de Pontevedra, éramos dos mujeres y ocho hombres en la directiva. También es cierto que siempre me sentí muy arropada y apoyada. Pero a nadie se le escapa que somos una profesión mayoritariamente femenina”, añade.





Conversión en Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia





Además, en la Asamblea Colegial Constituyente se aprobaron los Estatutos del recientemente creado Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia, ya que hasta ahora era la Sexta Delegación del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas. El prólogo del texto legal dice: “La Optometría es una profesión de la salud, titulada y colegiada, que presta un servicio esencial a la sociedad. La persona que ejerza la profesión de óptico- optometrista, como profesional de gran experiencia, reúne los conocimientos científicos y las competencias necesarias para llevar a cabo en su totalidad el proceso de atención optométrico de pacientes a su cargo, en el ámbito de su autonomía en el ejercicio de su profesión sanitaria, con la mayor calidad posible”.



El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia celebra este fin de semana un curso práctico sobre terapia visual en Santiago, que impartirá el especialista infantil Manuel Cebeiro





El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia organiza este fin de semana un curso práctico sobre “Disfunciones binoculares y acomodativas. Terapia Visual”, que se celebrará en la sede de la entidad en Santiago (calle Salvador García Bodaño, 2, 1º C), mañana sábado de 16:30 a 20:30 horas, y el domingo en horario de 9:30 a 13:30 horas. La formación, a la que asistirán unos cuarenta optometristas, está impartida por el óptico-optometrista Manuel Cebeiro.





El especialista explica que la terapia visual es una técnica optométrica basada en la evidencia científica y en ejercicios visuales de entrenamiento y rehabilitación, destinados a solucionar problemas binoculares y acomodativos. Está indicada para mejorar y agilizar ciertas habilidades del sistema visual, como la capacidad de estimular o relajar el sistema de enfoque, los movimientos de los ojos o los procesos de percepción visual. “Con la terapia visual se trata de enseñar al ojo las capacidades necesarias para poder realizar trabajos visuales sin esfuerzo y de manera más eficaz. Es un programa personalizado, en varias fases, que depende sobre todo de la problemática de cada paciente y de la edad” –indica–.





Cuando un paciente presenta alguna disfunción, Cebeiro recomienda esta terapia para solucionar alteraciones en la visión binocular –aquella en la que los dos ojos se utilizan conjuntamente– y otras limitaciones como los problemas de rendimiento escolar y el aumento de la miopía. En los casos de estrabismos, donde se aconseja cirugía, el experto explica que es recomendable realizar terapia visual antes y después de la operación para conseguir mejores resultados.





En la consulta, el experto destaca que se le pautan al paciente una serie de actividades que luego tendrá que repetir. “El paciente debe entrenar todos los días durante el tratamiento para obtener unos buenos resultados y que estos se mantengan a lo largo del tiempo, ya que, si no puede haber retrocesos y de nuevo quejas visuales”, explica. Durante el curso, los asistentes aprenderán a hacer una terapia y sus diferentes procedimientos, y practicarán los ejercicios para que les resulte más sencillo entenderlos y transmitirlos a los pacientes.





“Cuando las habilidades de nuestros ojos están correctas desparecen o disminuyen los dolores de cabeza, la fatiga en cerca, la visión doble, síntomas cada vez más comunes que surgen a edades más tempranas”





Esta terapia está indicada para todas aquellas personas –niños, jóvenes o adultos– que sufren alguna disfunción visual, que con la habitual prescripción óptica no se ha podido solucionar completamente, o que presenten sintomatología asociada a cualquier tarea visual y que, en consecuencia, tienen un bajo rendimiento escolar, laboral o deportivo.





“Se puede aumentar el rendimiento mediante la eliminación de las dificultades visuales que interfieren en el aprendizaje, sobre todo de la lectura y escritura”, apunta. También señala que la terapia visual se recomienda para la recuperación del ojo vago (ambliopía), e incluso se aplica para el control de la evolución de la miopía, con el objetivo de frenar o ralentizar su progresión.





Cebeiro indica que la mayoría de los pacientes suelen ser niños, por lo que se utilizan juegos en la terapia para estimular la función visual que se quiere potenciar. En concreto, explica que para corregir problemas de convergencia (capacidad del sistema visual para mantener la fijación de los ojos en algún objeto o estímulo), potenciar el cambio de foco o la acomodación los niños hacen dibujos, miran láminas para buscar una imagen –del tipo "Buscando a Wally”–, siguen el movimiento de una canica o realizan trabajos manuales, como colocar cuentas en un hilo. “Cuando las habilidades de nuestros ojos están correctas desparecen o disminuyen los dolores de cabeza, la fatiga en cerca, la visión doble, síntomas cada vez más comunes que surgen a edades más tempranas”, lamenta.



Advierte del gran peligro que supone comprar lentes de contacto por internet para la salud visual





Un uso inadecuado ocasiona sequedad y sensación de arenilla en los ojos, picor, ojos rojos o dolor





Con los Carnavales ya aquí, todos los forofos de esta celebración están preparando su disfraz, buscando los mejores complemetos que convertirán su diseño en el más original y atrevido de las fiestas. Entre los detalles más demandados están las pelucas, maquillajes y, por supuesto, las lentes de contacto cosméticas y de fantasía que permiten evitar el uso de las incómodas máscaras, caretas o antifaces, al ofrecer de esta forma mayor comodidad y libertad de movimiento, y sobre todo, una apariencia personal más natural.





Por ejemplo, si el disfraz es de Drácula, de hombre lobo, de zombi..., hay una gama muy amplia de lentes de contacto para emular cualquier tipo de animal o personaje fantástico. El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia aprovecha estás fechas para recordar los peligros que pueden acarrear el uso inadecuado de estas lentes.





Las lentes de contacto, al estar colocadas directamente sobre la córnea del ojo, requieren una adaptación previa de un óptico-optometrista que valorará el estado del ojo y la lágrima para determinar si la adaptación es posible. Por ello, muchos de los usuarios de lentes de contactos convencionales están convencidos de que les puede sirvir cualquier lente, incluidas las cosméticas, y que no precisan una nueva adaptación del óptico-optometrista. También se instruirá al usuario en el uso, la manipulación y conservación de las lentes de contacto.





Según los ópticos-optometristas gallegos, una lente de contacto inadecuada para un ojo, que se manipule incorrectamente o que no se cuide de la manera adecuada, puede provocar a la larga conjuntivitis, queratitis, erosiones epiteliales, etc. Todos estos problemas son sumamente molestos ya que el ojo es muy sensible. Los síntomas que se pueden tener si la adaptación o el mantenimiento de la lente de contacto no son correctos son sensación de sequedad y arenilla en los ojos, ojos rojos, picor o incluso dolor al quitárselas.





Las lentes de contacto no solo son un eficaz método de corrección optométrico, sino que además ofrecen la posibilidad de potenciar o cambiar el color de los ojos, incluso existen las llamadas lentes de contacto de fantasía, que ofrecen la posibilidad de darles a los ojos el aspecto de un ojo de gato, de reptil, de tener los ojos rojos, amarillos, blancos, negros o con decorativos dibujos y diseños.





“Toda esta variedad hace que sean un complemento ideal para los disfraces, pero no debemos olvidar que siguen siendo lentes de contacto y como tales su uso debe ser supervisado por un profesional” –recuerdan desde el Colegio–.





Es importante recordar que, al igual que no se utiliza cualquier producto para teñir el pelo o maquillarse, si se piensa en utilizar lentes de contacto de fantasía, se debe consultar siempre a un óptico-optometrista.





Riesgo de comprar lentes por Internet o en otros lugares no autorizados





En esta línea, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia se muestra preocupado ante el constante aumento de la venta de lentes de contacto vía Internet. “El consumidor tiene que ser consciente de que las lentes deben ser siempre adaptadas a cada usuario por un óptico-optometrista, con el fin de evitar riesgos innecesarios asociados a su uso” –apuntan desde el Colegio–.





Las lentes de contacto son productos sanitarios que entrañan cierto riesgo si no están prescritas y adaptadas por un óptico-optometrista. Aunque la visión sea excelente, la adaptación es fundamental, y consiste en:





- Conocimiento de la salud general y ocular del paciente.





- Estado del ojo: cantidad y calidad de la lágrima, estado de los párpados y de la córnea.





- Medida de la córnea: las lentillas tienen un grado de curvatura que debe ser adecuado al ojo portador.





- Seguimiento periódico para comprobar el proceso de acomodación y adaptación a las lentes de contacto.





Desde el Colegio Ópticos-Optometristas de Galicia se aconseja a los consumidores que utilicen lentes que hayan sido prescritas y adaptadas por un profesional y sólo si han recibido las correspondientes instrucciones de su utilización.





Además, para asegurar la correcta protección de la salud, los optometristas gallegos insisten en que “son las autoridades sanitarias quienes deben poner fin a la adquisición de lentes de contacto sin prescripción facultativa de un óptico-optometrista, ya sea por Internet o en establecimientos no aptos”.



Manuel Cebeiro, óptico-optometrista y docente del curso:





“Un alto porcentaje del fracaso escolar se podría paliar si los niños acudiesen a un establecimiento sanitario de óptica para realizar un examen optométrico completo”





El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia organiza este curso teórico que se celebra en Santiago este fin de semana y cuenta con la asistencia de 40 profesionales





El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia celebra este fin de semana un curso sobre “Disfunciones binoculares y acomodativas”, que se imparte en la sede de la entidad en Santiago (calle Salvador García Bodaño, 2, 1º C) mañana sábado por la tarde, de 16:30 a 20:30 horas, y el domingo en horario de 9:30 a 13:30 horas. La jornada formativa está impartida por el óptico-optometrista Manuel Cebeiro. Contará con la participación de 40 ópticos-optometristas.





El curso incidirá en los procedimientos a utilizar por los ópticos-optometristas, para aprender a diagnosticar y tratar de manera eficaz las disfunciones más habituales y las deficiencias que pueda presentar el sistema binocular del ser humano. Este diagnóstico ayudará a desarrollar el potencial del sistema visual y a cambiar así la tendencia al bajo rendimiento visual que puede ser una de las mayores causas del fracaso escolar. “Un alto porcentaje del fracaso escolar se podría abordar de manera más efectiva si los niños acudiesen a un establecimiento sanitario de óptica o gabinete de optometría para realizar un examen optométrico completo, usen o no ya gafas, lentes de contacto o cualquier otro dispositivo. Actualmente, las revisiones son muy necesarias por toda la tecnología que nos aborda y que provoca que el sistema visual esté en un bucle de falta de desarrollo y tenga anomalías que puedan provocar problemas de visión” –explica Cebeiro–.





El programa formativo se centrará en explicar a los asistentes las pruebas diagnósticas (de agudeza visual, el test de sensibilidad al contraste, retinoscopía, pruebas acomodativas) y en concreto se centrará en las relacionadas con la visión binocular, aquella en la que se utilizan los dos ojos conjuntamente. Manuel Cebeiro explica que las diversas pruebas diagnósticas permiten al optometrista buscar las posibles causas de pequeñas anomalías funcionales que no dejan trabajar “con eficiencia y ergonomía suficiente” al sistema visual. “Estas pruebas diagnósticas se utilizan porque el hecho de tener una agudeza visual del 100% no garantiza la ausencia de problemas para leer, escribir, coger una pelota, o por ejemplo aparcar” –indica el optometrista–.





El experto destaca que estas pruebas van encaminadas a buscar la raíz del problema y aportar una solución a las pequeñas disfunciones que, acumuladas durante toda la jornada lectiva en el caso de los niños y en la laboral en el caso de adultos, condicionan “falsas miopías o problemas en el aprendizaje escolar, dolores de cabeza sin aparente justificación, visión borrosa intermitente, halos alrededor de las luces de coches o farolas, problemas en la conducción nocturna o con lluvia, inseguridad en tareas habituales o mala motricidad o torpeza en coordinación de tareas ojo-mano”. Una vez hecho todo el examen optométrico y la anamnesis pertinente, Cebeiro señala que el trabajo del óptico-optometrista es explicar al paciente que le ocurre.



Manuel Cebeiro, óptico-optometrista y docente del curso:





“Un alto porcentaje del fracaso escolar se podría paliar si los niños acudiesen a un establecimiento sanitario de óptica para realizar un examen optométrico completo”





El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia organiza este curso teórico que se celebra en Santiago este fin de semana y cuenta con la asistencia de 40 profesionales





El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia celebra este fin de semana un curso sobre “Disfunciones binoculares y acomodativas”, que se imparte en la sede de la entidad en Santiago (calle Salvador García Bodaño, 2, 1º C) mañana sábado por la tarde, de 16:30 a 20:30 horas, y el domingo en horario de 9:30 a 13:30 horas. La jornada formativa está impartida por el óptico-optometrista Manuel Cebeiro. Contará con la participación de 40 ópticos-optometristas.





El curso incidirá en los procedimientos a utilizar por los ópticos-optometristas, para aprender a diagnosticar y tratar de manera eficaz las disfunciones más habituales y las deficiencias que pueda presentar el sistema binocular del ser humano. Este diagnóstico ayudará a desarrollar el potencial del sistema visual y a cambiar así la tendencia al bajo rendimiento visual que puede ser una de las mayores causas del fracaso escolar. “Un alto porcentaje del fracaso escolar se podría abordar de manera más efectiva si los niños acudiesen a un establecimiento sanitario de óptica o gabinete de optometría para realizar un examen optométrico completo, usen o no ya gafas, lentes de contacto o cualquier otro dispositivo. Actualmente, las revisiones son muy necesarias por toda la tecnología que nos aborda y que provoca que el sistema visual esté en un bucle de falta de desarrollo y tenga anomalías que puedan provocar problemas de visión” –explica Cebeiro–.





El programa formativo se centrará en explicar a los asistentes las pruebas diagnósticas (de agudeza visual, el test de sensibilidad al contraste, retinoscopía, pruebas acomodativas) y en concreto se centrará en las relacionadas con la visión binocular, aquella en la que se utilizan los dos ojos conjuntamente. Manuel Cebeiro explica que las diversas pruebas diagnósticas permiten al optometrista buscar las posibles causas de pequeñas anomalías funcionales que no dejan trabajar “con eficiencia y ergonomía suficiente” al sistema visual. “Estas pruebas diagnósticas se utilizan porque el hecho de tener una agudeza visual del 100% no garantiza la ausencia de problemas para leer, escribir, coger una pelota, o por ejemplo aparcar” –indica el optometrista–.





El experto destaca que estas pruebas van encaminadas a buscar la raíz del problema y aportar una solución a las pequeñas disfunciones que, acumuladas durante toda la jornada lectiva en el caso de los niños y en la laboral en el caso de adultos, condicionan “falsas miopías o problemas en el aprendizaje escolar, dolores de cabeza sin aparente justificación, visión borrosa intermitente, halos alrededor de las luces de coches o farolas, problemas en la conducción nocturna o con lluvia, inseguridad en tareas habituales o mala motricidad o torpeza en coordinación de tareas ojo-mano”. Una vez hecho todo el examen optométrico y la anamnesis pertinente, Cebeiro señala que el trabajo del óptico-optometrista es explicar al paciente que le ocurre.



Eduardo Eiroa, presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia: “Adquirirlas por cuenta propia es equiparable a automedicarse”





Solo se ajustan a las necesidades de un 2% de la población y sin la adaptación individualizada de un óptico-optometrista se podrían pasar por alto problemas visuales





El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia advierte que las gafas premontadas, es decir, aquellas que se adquieren sin una adaptación previa e individualizada por parte de un óptico-optometrista, no son la solución adecuada para corregir la visión y su uso indiscriminado y prolongado en el tiempo puede ocasionar trastornos en el sistema visual que afecten al rendimiento para tareas en visión próxima y lejana.





Los ópticos-optometristas explican que las gafas premontadas solo se ajustan a las necesidades de un porcentaje mínimo de la población, a un máximo de un 2% de las personas, y la mayoría suelen estar más cómodas con gafas hechas a medida. El colectivo indica que en este tipo gafas la graduación de ambos ojos es la misma y no corrigen el astigmatismo, además de que la distancia de los centros ópticos no suele coincidir con la que necesita el usuario y, lo que es peor, el centrado vertical de ambas lentes no suele ser el mismo (están a diferente altura). Así, destaca que estos descentramientos en las lentes pueden provocar desequilibrios binoculares en los usuarios que tendrán que hacer un esfuerzo mayor para conservar la binocularidad y poder tener una visión relativamente cómoda.





Este tipo de gafas utiliza lentes biconvexas (con dos superficies convexas) en lugar de lentes de menisco (lente formada por una superficie cóncava y otra convexa) que utilizan todos los fabricantes de lentes oftálmicas. Las lentes biconvexas producen mayor distorsión de imagen y, por consiguiente, mayor incomodidad visual que las de menisco. Además la calidad, tanto de la montura como de las lentes, es muy inferior a la de cualquier otra gafa. “La mala calidad de imagen que proporcionan junto con los problemas binoculares que producen, provoca una disminución del rendimiento del sistema visual del usuario en visión próxima” –indica el presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, Eduardo Eiroa­–.





Las gafas premontadas no son una solución adecuada para la presbicia





La adaptación individualizada por parte de un óptico-optometrista es imprescindible porque cada persona presenta unas características morfológicas y anatómicas distintas. Este tipo de gafas no son la solución idónea para la presbicia ya que carecen de esa adaptación previa. Las gafas premontadas para vista cansada actúan simplemente como una lupa, con igual graduación en ambos ojos, ignorando aspectos como la visión binocular o el astigmatismo que podamos sufrir, con lo cual jamás serán la solución  más útil  contra la vista cansada.





La presbicia o vista cansada es un defecto fisiológico que se comienza a manifestar en torno a los 40 años. Se trata de un estado refractivo en el cual la capacidad de acomodación o enfoque del ojo se muestra insuficiente para desempeñar con comodidad cualquier tipo de actividad en visión próxima como la lectura. Con el paso del tiempo, el músculo ciliar y el cristalino pierden elasticidad y la capacidad de aumentar su potencia, respectivamente. Debido a esto, el ojo ve reducida su capacidad de acomodación y, por tanto, su capacidad para ver de cerca. Las personas que comiencen a manifestar síntomas de presbicia deben acudir al profesional de la visión que, tras los exámenes pertinentes, aconsejará acerca de la corrección visual más adecuada en función de sus necesidades, características y estilo de vida.





Eduardo Eiroa señala que esta “especie” de gafas no son más que unas lentes de aumento que se fabrican de forma masiva. “Las gafas premontadas ayudan a enfocar de cerca, pero son un instrumento para salir del paso. Adquirirlas por cuenta propia es equiparable a automedicarse. Nunca son las gafas más adecuadas, porque solo un 5% de la población tiene la misma graduación en los dos ojos” –explica–. En este sentido, existen varios tratamientos ópticos para la presbicia, entre los que se incluyen las lentes monofocales, bifocales, trifocales y progresivas y las lentes de contacto.





El Colegio recomienda no adquirir gafas graduadas ni de sol fuera de los establecimientos sanitarios de óptica, en los cuales un óptico-optometrista podrá realizarle un examen visual al paciente con el fin de detectar posibles problemas de visión y poder recomendarle las gafas que mejor se adapten a sus necesidades visuales.