Con motivo del Día Mundial de la Salud (7 de abril), recomienda revisar regularmente la vista y corregir los posibles defectos refractivos mediante el examen visual de un optometrista

Esther Amaro, presidenta: “Una alimentación variada y equilibrada, rica en nutrientes esenciales para el mantenimiento y funcionamiento adecuados de los ojos, es básica para prevenir enfermedades visuales” 

El Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia destaca que, con motivo del Día Mundial de la Salud que se conmemorará el próximo 7 de abril, una buena salud visual es esencial, ya que “la visión aporta el 80 % de la información que recibimos del entorno”. Tener una correcta salud visual es, para el Colexio, esencial para aprender, trabajar, desplazarse y conducir, así como desarrollarse socialmente. “Es importante gestionar la visión como un capital a proteger y cuidarla en función de la edad, el modo de vida o las actividades que realizamos” –apunta la presidenta del Colexio, Esther Amaro–. Las recomendaciones del Colexio para alcanzar este objetivo son:

-Revisar regularmente la vista. La entidad explica que hay que hacer un examen visual desde la infancia para poder detectar problemas visuales y evitar que se agraven en el futuro. Ya en la adolescencia se debe continuar con los controles visuales anualmente. A partir de los 40 años, se recomienda continuar con estas revisiones, sobre todo para detectar lo antes posible la aparición de la presbicia, muy frecuente en este tramo de edad. Más allá de los 60, es muy importante detectar posibles riesgos de glaucoma, cataratas o degeneración macular asociada a la edad.

-Gestos cotidianos para la salud visual. El Colexio recomienda protegerse de los rayos ultravioletas utilizando gafas de sol (con el marcado CE y nivel de protección de 2 a 4). Las personas expuestas a la luz de las pantallas de ordenador deben hacer pausas cada 20 minutos y, en caso de ojos secos, mantener los ojos hidratados. Del mismo modo, las personas que trabajen en determinados entornos con riesgos, deben hacerlo equipados con gafas protectoras.

-Corregir la visión con una prescripción adaptada al defecto visual. Para cada problema de visión hay una solución con su correspondiente medida correctora de gafas o lentes de contacto, siempre adaptadas por el óptico optometrista que realiza el examen optomético para detectar problemas refractivos como la miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia.

Alimentos que favorecen la salud visual de los adultos

El Colexio señala que la dieta es un factor determinante para la salud visual de los adultos, ya que hay determinados alimentos que pueden ayudar a prevenir enfermedades como la degeneración macular, las cataratas y la sequedad ocular, algo que redundará en una buena calidad de vida. “Una alimentación variada y equilibrada, rica en nutrientes esenciales para el mantenimiento y funcionamiento adecuados de los ojos, es básica para prevenir enfermedades visuales” –destaca Amaro–.

También es fundamental para el Colexio proteger la retina, responsable de la percepción visual, y algunos nutrientes, como la vitamina A, la luteína y la zeaxantina, son esenciales para protegerla de los posibles daños causados por la luz azul y otros factores ambientales.

Es muy importante, además, mantener la hidratación en los ojos. El Colexio explica que la sequedad ocular es un problema bastante común en adultos mayores y una dieta equilibrada que incluya alimentos con una elevada presencia de ácidos grasos Omega-3 y vitamina C ayuda a que los ojos se mantengan hidratados.

Reducir el riesgo de enfermedades sistémicas, como la diabetes y la hipertensión arterial, es también un punto a tener en cuenta por el Colexio, y una nutrición saludable y equilibrada puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar este tipo de afecciones y sus problemas visuales asociados.

Verduras de hoja verde, pescados azules, huevos, frutos rojos y frutos secos 

Para alcanzar los beneficios descritos, el Colexio indica que no deben faltar en la dieta verduras de hoja verde, como las espinacas, la col rizada y las acelgas, que contienen altas cantidades de luteína y zeaxantina, dos antioxidantes que se encuentran en la retina y que sirven para proteger el ojo del daño causado por la luz azul y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Los pescados azules, especialmente el salmón, el atún y las sardinas, son una excelente fuente de Omega-3, como el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA), sustanticas que explica el Colexio ayudan a reducir la inflamación en todo el cuerpo, incluyendo los ojos, y disminuyen el riesgo de degeneración macular y sequedad ocular.

Otro alimento que destaca el Colexio son los huevos, una excelente fuente de vitamina A y de zinc, un mineral que facilita el transporte de esta vitamina desde el hígado hasta la retina. “La vitamina A es necesaria para la función visual normal y permite la producción de pigmentos en la retina. Su deficiencia puede causar ceguera nocturna, xeroftalmia y otros trastornos oculares” –señala la presidenta–.

Los cítricos, las fresas, los arándanos y otros frutos rojos aportan mucha vitamina C, con demostrado poder antioxidante, y la entidad explica que protege las células del ojo del daño causado por los radicales libres y reduce el riesgo de cataratas y de degeneración macular asociada a la edad. Además, añade que los arándanos también contienen antocianinas, que son antioxidantes que disminuyen la inflamación y mejoran la salud visual.

Frutos secos, como las nueces y las almendras, contienen buenas cantidades de vitamina E, que el Colexio indica que ayuda a proteger las células del ojo de los daños provocados por los radicales libres. Además, también son buena fuente de ácidos grasos Omega-3.