Los optometristas gallegos inciden en los procedimientos de un examen optométrico para analizar el rendimiento y eficacia visual de sus pacientes

Nota de Prensa Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia

Ana Vargas, docente de la formación: “El 80% de la información sensorial que recibe nuestro cerebro es visual, por lo que la visión juega un papel fundamental en el equilibrio físico, psíquico y mental de la persona” 

El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia celebrará el curso este fin de semana en Santiago al que asistirán 71 profesionales

El Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia celebrará este fin de semana dos cursos sobre “Examen clínico optométrico: Valoración del rendimiento y eficacia visual”, que se impartirá en la sede de la entidad en Santiago (calle Salvador García Bodaño, 2, 1º C) el sábado-17, de 10:00 a 14:00 horas y de 15:30 a 19:30 horas, y el domingo-18 en el mismo horario. La jornada formativa estará impartida por la óptico-optometrista Ana Vargas García, diplomada en Óptica por la Universidad Complutense de Madrid en 1989 y en Optometría en 1999 por la Universidad de Granada. Es Máster en Óptica, Optometría y Visión por la Universidad Complutense de Madrid en 2011 y Máster en Neurociencias Clínicas y Experimentales por la Universidad de Murcia en 2016. En esta doble edición del curso participarán 71 ópticos-optometristas colegiados.

La optometrista Ana Vargas explica que la visión es un complejo proceso sensorio-motor por el que el ser humano es capaz de detectar la energía luminosa que está en su entorno y convertirla en señales nerviosas que son transmitidas a todos los lóbulos de la corteza cerebral. Ahí la información es analizada, clasificada y relacionada con datos previos, realizando un procesamiento de la información para darle significado y así producir una respuesta motora, en forma de acción muscular o pensamiento, que posteriormente se convierte en palabras.

Así, Vargas señala que la visión se divide en dos procesos: proceso fisiológico, que relaciona la energía física (luz), química (bioquímica de la retina), eléctrica (transmisión de la información en las neuronas, que a su vez es un fenómeno químico), y que se relaciona de forma estrecha con la estructura receptora de la información u ojo; y proceso perceptual, que se realiza en el cerebro y que implica la integración multisensorial: visión, audición, tacto o propiocepción para dar significado a la información visual y prerrequisito para la comunicación de la información.

La visión es un proceso cerebral de integración sensorial por el que:

  • Se localiza espacialmente la escena
  • Se filtra y dirige la atención visual, limitando el campo visual al área seleccionada
  • Se determina la distancia a la que se encuentra el plano y por medio del sistema binocular se fusiona en una sola imagen las correspondientes al ojo derecho e izquierdo
  • Se enfoca la imagen
  • Se analiza el color, forma y movimiento de la imagen
  • Se cierran todos los parámetros como una unidad, que se clasifican y categorizan relacionándolo con datos almacenados en la memoria, dándole significado
  • Por medio de la integración visuo-auditiva se pone nombre y se conecta con toda esta información con el área de broca para poder nombrar lo que se está viendo
  • Si además la escena está en movimiento o es la persona la que se mueve, se tiene que contar con un sistema oculomotor exacto para mantener la imagen enfocada en la retina y todo ello hacerlo gastando la mínima energía

Por tanto, la optometrista indica que la visión es un complejo mecanismo neurofisiológico y neurocognitivo que necesita una valoración precisa para conocer si está funcionando correctamente. “Debemos distinguir entre vista o capacidad para percibir detalles de las imágenes y visión, como mecanismo integrador que nos permite determinar cuánto, cómo y qué vemos, para producir acciones dirigidas visualmente. El 80% de la información sensorial que recibe nuestro cerebro es visual, por lo que la visión es el principal enclave de comunicación del ser humano y su entorno interno y externo, jugando un papel fundamental en el equilibrio físico – psíquico y mental de la persona” –destaca Vargas–. 

La globalidad del ser humano

Otro de los aspectos que se tratarán en el curso será la tridimensionalidad. Ana Vargas apunta que el ser humano es tridimensional en su conjunto, al igual que el espacio en el que se mueve, por lo que se requiere un sistema visual en 3D. Además, destaca que el ser humano es una globalidad en la que todos los sistemas interactúan y la visión ha de ser valorada dentro de este ser global. La experta considera que todas las influencias del entorno –desarrollo, factores biológicos, condiciones de luz, horas de estudio o trabajo, distancias y posturas empleadas, demanda cognitiva e intelectual de la tarea, tipo de actividad lúdica, etc– son condiciones estresantes para el sistema y que requieren un sistema visual con habilidades bien desarrolladas. “Vivimos en un mundo visual, muy rápido, con mucha demanda cognitiva, donde se valora en exceso los aspectos académicos e intelectuales. Nuestro sistema visual está sometido a un estrés continuo y tenemos que buscar adaptaciones y compensaciones que nos permitan un óptimo rendimiento” –indica–.

Para poder sobrevivir, Vargas explica que el ser humano busca estrategias adaptativas y compensatorias, de las que surgen las dificultades visuales que un óptico-optometrista mide en un examen optométrico, procedimiento destinado a evaluar las habilidades visuales para determinar si existe una relación entre los hallazgos optométricos y los síntomas del paciente. También con este examen, los profesionales ven si pueden satisfacer la exigencia visual del paciente, proporcionando las medidas que eliminen las dificultades y preparen al sistema visual para ser más competente, con mayor rendimiento y eficacia.